Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Magalí, joven boliviana se salva de la pena de muerte en Malasia

La víctima tuvo que declararse culpable del delito de posesión de droga y recibió nueve años de prisión, de los cuales ya cumplió la mitad.

El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, brinda conferencia sobre el caso de la joven detenida en Malasia. CANCILLERÍA BOLIVIA
El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, brinda conferencia sobre el caso de la joven detenida en Malasia. CANCILLERÍA BOLIVIA
Magalí, joven boliviana se salva de la pena de muerte en Malasia

Magalí Sara M.C. soñaba con un futuro como modelo, pero terminó viviendo una pesadilla. La joven boliviana fue captada por una red de trata y tráfico de personas que la obligó a llevar droga a Malasia, donde fue detenida el 11 de septiembre de 2019. Luego de casi tres años de proceso, se salvó de la pena de muerte, pero recientemente fue sentenciada a nueve años de cárcel.

El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, explicó ayer que la Fiscalía aceptó llegar a un acuerdo y cambiar la acusación de tráfico a posesión de droga tras las gestiones del Gobierno de Bolivia. Magalí se declaró culpable del segundo delito y salvó su vida. El Tribunal Superior de Sha Alam le dio nueve años de cárcel, de los cuales ya cumplió la mitad considerando que el año penal es de ocho meses.

Malasia sanciona el narcotráfico con la pena capital o cadena perpetua. 

SUEÑOS ROTOS Magalí fue captada a sus 23 años. Le llegó la oferta de modelar en Asía, en agosto de 2019, y creyó que era la oportunidad que estaba esperando para cumplir uno de sus sueños y conquistar las pasarelas. Parecía que todo marchaba bien.

La comunicación con Julia C.K., la mujer que la contactó por Facebook y que fue detenida el 1 de agosto de este año por trata de personas, fue más frecuente. La joven dejó su hogar, en Cochabamba, y se dirigió a Santa Cruz. Desde esa ciudad, se comunicó el 30 de agosto con su madre y luego desapareció por varios días. Nadie sabía de ella. 

Su madre reportó su desaparición el 1 de septiembre. Lo último que supo de su hija es que se encontraba en Santa Cruz. No tenía idea que Magalí había traspasado las fronteras hasta el 11 de septiembre cuando una persona le pasó una llamada. Era su hija, quien angustiada le comunicó que estaba detenida en Malasia y que fue amenazada de muerte para realizar ese viaje. Ese día, comenzó el martirio de Magalí y su madre.