Cinco niños y niñas fueron asesinados en Bolivia durante los primeros tres meses de 2021, según registros oficiales de la Fiscalía General del Estado.

El año pasado, en el mismo periodo, 19 niños perdieron la vida en manos de sus padres, padrastros y otros familiares cercanos. Esto significa que, en comparación con la cifra registrada en 2020, la videncia infanticida disminuyó en un 74% en la gestión 2021.

Sin embargo, pese a la disminución, los casos siguen estremeciendo al país y varias instituciones que trabajan con menores piden a las autoridades que realicen acciones de educación para evitar estos hechos.

Según la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Vida y la Integridad Personal, los cinco infanticidios se distribuyen en Chuquisaca (3 casos); en La Paz (1 caso) y en Cochabamba (1 caso).

En cuanto al tipo de muerte, tres niños fueron apuñalados y degollados; uno fue asesinado a golpes y uno fue asfixiado. Dos víctimas tenían entre 0 a 3 años; otras dos entre 4 y 7 años; y una entre 8 y 10 años.

La mayor parte de los decesos ocurren a manos de miembros del entorno familiar y presentan antecedentes de violencia.