El juicio por el feminicidio de Nancy Villarroel Hidalgo, cuyo cuerpo sigue desaparecido, llegó a su etapa final. La Justicia fijó para hoy la lectura de la sentencia contra Alejandro Torrico, esposo de la víctima, en el Palacio de Justicia de Santa Cruz. Los familiares piden que el acusado sea sentenciado a 30 años de cárcel, sin derecho a indulto.

Desde las redes sociales, se convoca a una concentración, desde las 09:00, para pedir justicia para Nancy, quien desapareció a sus 55 años, y para todas las mujeres. La familia teme que el imputado, quien goza de detención domiciliaria, sea absuelto de culpa debido a que el cuerpo de la víctima no ha sido encontrado. Sin embargo, hay antecedentes de un caso similar ocurrido en Oruro. En agosto de este año, un feminicida que desapareció en 2020 el cuerpo de su esposa recibió la pena máxima.

Nancy Villarroel nació en Cochabamba, pero estaba radicando en Santa Cruz. Sus dos hijos la vieron por última vez el 9 de julio de 2019, día de paro cívico en la ciudad oriental. Ese día debía participar de la marcha convocada por la plataforma del 21 F, sin embargo, ella no salió de su hogar desde el 8 de julio, según las imágenes de las cámaras de vigilancia instaladas fuera de la casa.

Su esposo Alejandro Torrico es el único sospechoso que hoy será puesto ante un juez cautelar. Él estuvo unos 13 meses con detención preventiva en Palmasola, pero luego consiguió detención en casa con derecho al trabajo.

Roxana, hermana de Nancy, dijo en contacto con OPINIÓN que existen al menos 10 pericias que demuestran que su hermana fue víctima de feminicidio y que el autor es Alejandro Torrico, quien niega ser responsable del crimen y, por consecuente, no revela dónde quedó el cuerpo.

Según las investigaciones, el acusado sacó el cuerpo de Nancy envuelto en una alfombra el 10 de julio. Mandó a su hijo al supermercado con su tarjeta de débito, como nunca antes lo había hecho. La Policía hizo rastrillajes hasta noviembre de 2019 en la laguna Palmira debido a que su teléfono fue localizado por última vez en ese lugar, a través del GPS.

Las pericias sitúan los celulares de la víctima y del acusado en los mismos lugares después de la desaparición. Otra de las pruebas es el hallazgo de restos de sangre en el vestidor de la habitación principal y en el auto de Alejandro Torrico. Las pericias confirmaron que la sangre era de la mujer desaparecida.

La familia no halla consuelo. Para ellos, el feminicidio de Nancy es una realidad desde que encontraron restos de sangre. Quisieran encontrar el cuerpo de la mujer, madre de dos jóvenes, para despedirla y dejarla descansar en paz, pero ese misterio no ha sido resuelto a más de tres años de su desaparición.

CONDENA SIN APARICIÓN DEL CUERPO

En agosto de este año, el Ministerio Público demostró con pruebas suficientes que Zenón A.H., de 35 años, es autor del delito de feminicidio cometido en contra de su esposa Adriana T.P., de 30 años. El cuerpo de la mujer no fue encontrado, pero el Tribunal de Sentencia Penal No. 2 de Oruro valoró los elementos presentados y determinó una condena de 30 años de privación de libertad en el penal de San Pedro, informó el fiscal departamental, Orlando Zapata. 

“El Ministerio Público presentó elementos probatorios, entre ellos grabaciones de cámaras de seguridad del local donde se ve a la pareja salir después de haber consumido bebidas alcohólicas, el informe de quimioluminiscencia que demuestra la existencia de rastros de sangre en el auto en el que se trasladaron, el informe psicológico de las hijas de la mujer que relataron que era víctima de violencia y que su padre amenazó con matarla, entre otros que fueron valorados por el Tribunal”, dijo Zapata. 

Abel Roma, fiscal asignado al caso, recordó que la pareja salió de su hogar, en la zona Pumas Andinos, el 11 de enero de 2020. Se subieron a su auto y se dirigieron a un local donde compartieron bebidas hasta las 03:00 de la madrugada. A las 05:00, el hombre le habría quitado la vida a su esposa. Una vecina escuchó los gritos de la mujer.

Finalmente, el autor trasladó el cuerpo en su auto y, desde entonces, no ha sido hallado.