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CÁMARAS DE LAS AVENIDAS EN SACABA NO FUNCIONAN

La historia del Choko Burguer, acusado del feminicidio de su esposa

Janett Jhoselin Aguilar fue asfixiada, arrastrada y tenía varias ampollas reventadas en la espalda, los glúteos, piernas y brazos que son analizadas.
La historia del Choko Burguer, acusado del feminicidio de su esposa



El 13 de marzo de 2018, Janett Jhoselin Aguilar Avendaño estaba muy ilusionada porque 11 días después, el 24 de marzo, ella y Félix P.C., más conocido como Choko Burguer, su esposo ante las leyes, iban a casarse en la iglesia Católica de Pacata, que está al lado del colegio Edmundo Bojanowski.

Ya estaba todo listo. Había encargado su vestido de novia y tenía que recogerlo al día siguiente. Ese 13 de marzo, en la tarde, tenía que ir a pagar los arreglos florales, pero todo lo demás ya había sido cubierto: el traje del novio, las invitaciones, recuerdos, el grupo musical para la fiesta, el salón, la comida, la limosina.

Jhossy, como la mayoría la llamaba, era una mujer oriunda de Azurduy, municipio distante a 320 kilómetros de Sucre. Siendo la mayor de varios hermanos, en 1993 llegó a Cochabamba para probar suerte en la ciudad gastronómica de Bolivia. Tenía 18 años recién cumplidos cuando se apostó en el puente de Cala Cala para vender unos sandwichs llamados “diputados”. Allí mismo conoció a Félix P.C., de su misma edad, quien también había llegado de Vallegrande, Santa Cruz, para ofrecer unas hamburguesas a la parrilla.

El flechazo fue mutuo. Jhossy y Félix se enamoraron en dos meses y decidieron irse a vivir juntos. La joven quedó embarazada y unieron sus escasos capitales para apostar por las hamburguesas en un carro que instalaron en la avenida América y Libertador Bolívar. En 1994 nació su primer hijo, Edwin. En 1999 optaron por un matrimonio civil, mientras su estabilidad económica se afianzaba. Querendona de su familia, Jhossy trajo desde Azurduy a algunas de sus hermanas, para que accedan a la educación, al mismo tiempo que les ayudaban con la elaboración de las hamburguesas y el cuidado de sus hijos. Después de Edwin, hoy de 23 años, la pareja tuvo a una niña que ya cumplió los 15, y a dos niños de 10 y 4 años.

También llegaron a la familia hermanos y sobrinos de Félix, desde Vallegrande. La familia se hizo numerosa y trabajaba unidad en el negocio de las hamburguesas. Choko Burguer tiene dos centros de venta. El principal está en el ingreso a Bella Vista, en el kilómetro 5.5 de la avenida Villazón, hacia Sacaba. El segundo está en la plaza de comidas de Las Islas. Más de una docena de personas trabaja en ambos lugares. La familia trabajó arduamente 364 días al año, por 24 años.

El negocio prosperó y la pareja pudo comprar un lote, en el que construyó su casa en la avenida Villazón y luego adquirió otro terreno en la avenida Circunvalación, donde edificó un inmueble con dos o tres departamentos que aún está en etapa de obra fina y acabado. También compraron un inmueble en Vallegrande, y otro en San Jacinto, camino a Palca, con piscina que permanecía vacío y al que iban ocasionalmente los domingos “para desestresarse” unas horas.

Según declaraciones de Félix, Jhossy anhelaba tener una fotografía con vestido de novia y él le dijo casémonos. Todo estaba listo. Sus familias de Sucre y Azurduy iban a llegar para la ceremonia. La fiesta iba a durar dos días. Uno, en un salón contratado y el segundo en su casa de San Jacinto, donde había un amplio jardín. Pasaron cursos prematrimoniales e incluso cumplieron con su confirmación en la parroquia de Pacata, pero 11 días antes de la boda, la novia fue asesinada.

De acuerdo a la versión de Félix, el martes 13 de marzo él llevó a su hija de 15 años a su colegio a las 7:20 y luego volvió a su hogar para recoger a Jhossy y a sus dos hijos menores que entraban media hora más tarde a la misma unidad educativa. Salieron de la vivienda a las 7:45, luego de que Roxana Rosmery, la hermana de Jhossy que vivía con ellos, les abriera la puerta. Tras dejar a los niños, la pareja había decidido ir a la casa de San Jacinto para limpiarla y prepararla para albergar a los invitados que llegarían del interior. Después de efectuar algunas tareas juntos, Jhossy le habría pedido que fuera a comprar la cerámica para el inmueble de la avenida Circunvalación, donde vive su hijo Edwin con su esposa y sus dos niños.

Conduciendo el minibús Toyota Hiace familiar. Félix asegura que condujo hasta la rotonda de Huayllani, a una tienda de cerámica en la que compró 20 metros cuadrados de porcelanato. Luego de cargar el material retornó a San Jacinto. Según él, demoró una hora. Al llegar vio que el portón de su casa estaba abierto y, al ingresar, descubrió a Jhossy tendida boca abajo en el patio y ensangrentada. Dijo que llamó a su hijo Edwin, que no le contestaba y luego a su cuñada Roxana Rosmery para pedirle que vayan porque habían atracado a su esposa. Veinte minutos después llegaron su cuñada, su esposo y su hijo Edwin, con su nieto en brazos, a bordo de un vehículo Nissan negro, también de su propiedad.

Con su ayuda llevaron a Jhossy hasta el hospital Solomón Klein, donde los médicos comprobaron que ya no tenía signos vitales, pero la sometieron a una vana reanimación cardíaca por casi media hora. La Policía llegó al centro hospitalario y abrió una investigación, en primera instancia, por asesinato y robo agravado, pues se creía que la mujer había sido víctima de delincuentes que ingresaron a la casa para saquearla. En su cartera no estaban los seis mil bolivianos con los que debía pagar los arreglos florales de su boda.Sin embargo, horas después, el Choko Burguer fue arrestado para prestar declaraciones como sospe choso. Lo dejaron ir mientras las pesquisas se profundizaban y, el 20 de julio, fue imputado por la Fiscalía por el delito de feminicidio.

En audiencia cautelar, el juez Mauricio Pilco ordenó su liberación con medidas sustitutivas, argumentando que los indicios presentados por los investigadores le parecieron insuficientes para declararlo como posible autor de crimen.

El Ministerio Público apeló la decisión porque considera que existen varios elementos que lo incriminan. Sin embargo, el 28 de agosto, los vocales de la Sala Penal 2 confirmaron la libertad de Félix con medidas sustitutivas, pese a que su abogado, Jhasmany Torrico, presentó simples fotocopias para acreditar el trabajo y domicilio de su defendido. El hombre está arraigado; le fijaron una fianza de 50.000 bolivianos que ya canceló, y debe acudir, semanalmente, a firmar un libro de control en la Fiscalía.

13 de marzo de 2018

es la fecha en la que Janett Jhoselin Aguilar fue asesinada en su finca de San Jacinto.

20 de julio de 2018

La Fiscalía imputa por el delito de feminicidio a su esposo Félix P.C., porque por la ruta que dijo haber tomado no pasó, según las cámaras de negocios. Hallaron muestras de sangre humana en su carro.

Heridas, ampollas y asfixia

El cuerpo de Jhossy, de 43 años y 1.64 de estatura, fue sometido a una autopsia el 13 de marzo a las 16:30 horas. La forense Rosalía García estableció que la causa de su muerte fue una “anoxia cerebral, asfixia mecánica por sofocación y obstrucción de los orificios respiratorios”, lo cual significa que le taparon la nariz y boca para asfixiarla. Además, tenía cuatro heridas en la cabeza, de 2.5 a 6 centímetros, causadas con algún objeto contundente. También hallaron flictenas o ampollas reventadas en la espalda, glúteos, piernas y la parte posterior de los brazos. Los galenos dijeron que estos desprendimientos de piel pueden producirse como una reacción a quemaduras o por fricción. También hallaron huellas de 10 punciones en el antebrazo anterior izquierdo y tres punciones en el brazo derecho; excoriaciones y equimosis en el labio,la ceja, en los carrillos de la boca, hematomas en la cabeza. Se tomaron muestras gástricas, vaginales y de humor vítreo.

Las cámaras desconectadas  a propósito generaron dudas

La Policía de Sacaba y la Fiscalía entrevistaron a los hijos, hermanos, tíos, compadres, vecinos y a una decena de empleados de Jhossy y Félix. En primera instancia todos coincidieron en que la pareja se llevaba muy bien, en que jamás los habían visto faltarse al respeto y que durante el último mes los veían más enamorados que nunca, tomados de la mano.

Sin embargo, cuando se supo que las cuatro cámaras que habían instalado en su casa del kilómetro 5.5 de la avenida Villazón y Circunvalación habían sido desconectadas manualmente, desde el 12 hasta el 16 de marzo, empezaron a surgir las dudas. Una de las hermanas contó a la Policía que Félix quería repartir sus bienes a sus cuatro hijos de una vez, y que Jhossy se había opuesto. Incluso que tuvieron un desacuerdo por una petición de venta del hijo mayor.

Otra de las hermanas dijo que en enero Jhossy había viajado tres días a ver a su madre en Azurduy y que Choko Burguer llegaba de madrugada y que le había confiado que estaba “aburrido” de que su esposa le reclame; lo lleve a San Jacinto para encerrarse y le impida vender esa propiedad, “como si los bienes solo fueran de ella”. También le habría dicho, en tono amenazante, que averiguaría en qué estaba Jhossy, porque no estaba de acuerdo con sus celos. Otros hermanos sospechaban de un albañil al que la pareja habría sorprendido robando herramientas en San Jacinto, y al que despidieron generando un conflicto. Además, creían que Félix estaba “demasiado tranquilo” tras la muerte de su esposa y declararon que, por varios días, no iba a dormir a su casa, dejando a sus hijos al cuidado de su cuñada Roxana Rosmery, pero sin siquiera recomendárselos. Al respecto, el Choko explicó que le aconsejaron que no duerma en la cama matrimonial, y argumentó que temía que el objetivo de los delincuentes fuera matarlo a él. Le pidió a Roxana que se encargue de los niños, que estaban deprimidos, pero eran “apegados a ella”, porque él creía que no soportaría vivir sin su esposa o que la Policía lo iba a llevar a la cárcel, como chivo expiatorio, y ante la falta de sospechosos.

El dueño de Choko Burguer cree que sus cuñados intentaron sembrarle sangre en el vehículo Toyota Hiace, porque el día que los peritos colectaron las muestras se dio cuenta de que había “sangre chorreada en algunas puertas, pese a que él había lavado el carro varias veces en los meses que transcurrieron después del crimen. Declaró que su vida no tiene sentido sin su pareja y que él jamás la mataría. Insistió en que jamás la había golpeado siquiera.



¿Qué indicios tienen contra el Choko Burguer? 

De acuerdo a la imputación presentada por la Fiscalía el 20 de julio, estos son los indicios de la presunta culpabilidad del imputado:

1.- Las puertas de la casa San Jacinto no fueron violentadas ni hay huellas de escalamiento en los muros perimetrales.

2.- La pareja tomó una ruta específica para dejar a sus hijos en el colegio y luego dirigirse hacia San Jacinto. En el trayecto hay cámaras de vigilancia. Según una empleada, Norma, se encontró con Jhossy en el colegio a las 8:10 y ella le dijo que la esperarían afuera para llevarla a la casa, pero cuando salió ya no estaban.

3.- La cámara de una ferretería registra el paso lento del Toyota Hiace a las 8:15, pero solo se percibe la silueta del conductor. Jhossy no estaba a su lado. A las 11:00, la misma cámara capta de nuevo el paso rápido del vehículo, con los vidrios abiertos. Otra cámara de un local no registra el paso del minibús por la ruta que el Choko aseguró que tomó. “Él fue la última persona en tener contacto con Jhossy y se ha podido establecer que que el vehículo en el cual estaba no pasó por los lugares que mencionó”, dice la imputación fiscal.

4.- Cuando Félix halla a su esposa ensangrentada, no intentó auxiliarla llevandola en el minibús a un hospital, sino que llama a sus familiares y los espera 20 minutos. Alegó que Jhossy era “pesada” y que el carro tenía cerámica en su interior.

5.- Según la autopsia, la muerte de Jhossy ocurrió entre las 8:30 y las 9:00 de la mañana. A esa hora, ella estaba con su esposo. Además, de acuerdo al tamaño y ubicación de las cuatro heridas en la cabeza de Jhossy, la forense aseguró que debería haber al menos 1.5 litros de sangre en el patio de la casa, pues las lesiones eran en la zona de mayor irrigación sanguínea, por el paso de dos arterias. Sin embargo, la cantidad de sangre encontrada en el piso era poca. Por ello, los investigadores sospechan que el crimen ocurrió en otro lugar y que la casa de San Jacinto fue una escena secundaria.



6.- Las cuatro cámaras de vigilancia de la casa de la avenida Circunvalación fueron manipuladas a propósito el 12 de marzo, un día antes del crimen. Primero desconectaron una cámara y luego todo el sistema, hasta el 16 de marzo. El sistema de control estaba instalado en la habitación de la pareja, y el lunes 12 de marzo una persona que no suele hacer esa actividad, entró a limpiar y a tender la cama allí. Ese mismo día, Choko fue San Jacinto a “prender las luces”, luego de insistirle a Jhossy que fueran juntos y de que ella se negara.

7.- La Fiscalía ordenó que Félix se sometiera a una evaluación psicológica, pero, pese a que fue notificado con la instrucción no lo hizo, obstaculizando la investigación.

8.- Félix dijo que había demorado una hora en la tienda de cerámicas, pero según la factura computarizada le entregaron la mercadería a las 10:20 y los empleados certificaron que no estuvo más de 15 minutos allí.

9.- Recién el 7 de junio, casi tres meses después del crimen, secuestraron el minibús Toyota Hiace con placa 1989 YGK, y tomaron 23 muestras de diferentes lugares para someterla al pruebas de quimioluminiscencia o luminol, que permiten hallar rastros de sangre impercetible a simple vista.

Tres de ellas dieron positivo a sangre humana. Estaban en la parte posterior del respaldo del asiento del conductor, en el piso metálico detrás de los asientos de adelante, en un tapete de goma y en el piso metálico de la carrocería aérea.

9 Razones

por las que la Fiscalía imputó a Félix P.C. por el feminicidio de Janett Jhoselin Aguilar, de 43 años: recorrido declarado no coincide con registro en cámaras particulares, hallaron 3 muestras de sangre humana en su carro.