Nueve efectivos fueron sorprendidos por pobladores de Shinahota, en un número entre 150 a 200 personas, en el módulo policial de ese municipio, el jueves al promediar las 20:15. Los sacaron de las instalaciones policiales y les hicieron caminar alrededor de 400 metros, con sus mochilas, mientras los agredían de manera verbal y física e incluso les habrían sustraído sus celulares y otras pertenencias, de acuerdo con el reporte del comandante departamental de la Policía en Cochabamba, Franz Sellis, quien señaló que daba la impresión de que el ataque fue “planificado”.

Andrónico Rodríguez, vicepresidente de las Seis Federaciones del Trópico, en una entrevista con RKC, rechazó que ese movimiento haya sido dirigido por algún dirigente e indicó que fue una reacción “espontánea y natural” de la población por los sucesos de noviembre pasado, que enlutó a nueve familias de esa región, tras la crisis postelectoral que derivó en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia. En tanto, el Gobierno anunció patrullajes conjuntos entre la Policía y las Fuerzas Armadas.

El miércoles, en la mañana, 85 policías ingresaron al Trópico después de cinco meses. Se instalaron en tres módulos policiales ubicados en Shinahota, Chimoré y Villa Tunari. En el primer municipio, mencionado, fueron atacados nueve efectivos, pero el Ejército, ante la amenaza, escoltó a los policías hasta el cuartel de Chimoré donde son resguardados, manifestó el viceministro de Régimen Interior y Policía, Javier Issa, en una entrevista con radio Fides, citada en ABI.

ACCIONES El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, adelantó que iniciarán procesos legales contra los que dirigieron ese movimiento y los llamó “delincuentes”. “Han arriesgado a su población y han querido flagelar a los policías y eso no lo vamos a permitir. Tenemos entendido que la Policía Nacional se está querellando y he ordenado que el Ministerio de Gobierno realice las denuncias penales. Los dirigentes han venido alentando, por emisoras y conferencias, a que se maltrate a los policías y serán denunciados e investigados, y seguramente procesados por la justicia”.

El Ministro aseguró que Morales, expresidente de Bolivia, instruye esos ataques porque es “un hombre que se alimenta con la violencia y la muerte”.

Al respecto, el presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Cochabamba, Rímer Agreda, manifestó que las declaraciones de Murillo “faltan a la verdad”. Apuntó que el expresidente también está preocupado por la salud de los bolivianos tras el brote de la pandemia del coronavirus.

Lamentó lo sucedido en Shinahota y dijo que buscarán el diálogo con las autoridades, aunque sostuvo que esa reacción de la población fue porque el ingreso de los efectivos policiales no fue coordinado con ninguna autoridad, dirigentes u organizaciones.

Al respecto, el Viceministro de Régimen Interior y Policía, aclaró que no tienen que consultar o coordinar con ninguna autoridad local para tener presencia policial. “Sabemos que en el Chapare se manejan otros intereses, es uno de los lugares donde se acuña el narcotráfico y la Policía es una piedra en el zapato para los narcotraficantes”, publicó ABI.

Añadió que el Gobierno no caerá en el juego de los dirigentes de la zona, que dieron 24 horas de plazo para que los efectivos se retiren del Trópico el mismo día del ataque, que buscan generar violencia, pero que asumirán acciones para marcar la presencia del Estado en esa región, que es el bastión principal del expresidente.

Tras la expulsión de los efectivos, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), a través de un comunicado, dio a conocer ayer que dispuso el cierre de las agencias bancarias en el Trópico hasta nuevo aviso como medida de seguridad de la población local y del personal de las entidades financieras que atienden en Chapare.