Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Feminicida quiso hacer creer que la madre de sus 4 hijos se fue a Chile

Familiares y vecinos llevaron el ataúd de la víctima a puertas del Juzgado exigiendo justicia. La mujer fue encontrada en un pozo séptico ubicado en el patio de su casa en Aramasí, Punata.

Familiares y vecinos, con el ataúd de la víctima, exigen justicia en puertas del Juzgado de Punata (i). El feminicida confeso ingresa al edificio judicial del Valle Alto (d). Canal 50-104.1 FM Rtve Valle Alto
Familiares y vecinos, con el ataúd de la víctima, exigen justicia en puertas del Juzgado de Punata (i). El feminicida confeso ingresa al edificio judicial del Valle Alto (d). Canal 50-104.1 FM Rtve Valle Alto
Feminicida quiso hacer creer que la madre de sus 4 hijos se fue a Chile

Jorge A.V., de 37 años, fue enviado este jueves a la cárcel de El Abra, con detención preventiva por seis meses, mientras se investiga la muerte de Avanja Ñucra M., su expareja y madre de sus cuatro hijos. El hombre es autor confeso del feminicidio y, antes de que hallaran el cuerpo de la víctima, de 34 años, en un pozo séptico, quiso hacer creer a los familiares que ella se había ido a trabajar a Chile.

Los parientes y vecinos llevaron este jueves el ataúd de la víctima hasta puertas del Juzgado de Punata pidiendo justicia y pena máxima para el autor del crimen. Sobre el féretro cubierto con la bandera boliviana pusieron un ramo de claveles e ilusiones.

El procesado no se sometió a un procedimiento abreviado, pese a que confesó ser el autor del hecho. Por ello, un juez dictó su reclusión preventiva, mientras se colectan las pruebas y evidencias para el juicio donde se dictaría la sentencia.

EL CRIMEN

Avanja y Jorge procrearon cuatro hijos que ahora tienen 13, 10, 8 y 4 años. La pareja tenía problemas y se separaron, hace poco, debido a que ella descubrió que su esposo tenía una relación sentimental con otra mujer.

El domingo 23 de mayo, Jorge fue a la casa de su expareja, donde discutieron y pelearon, en la comunidad de Aramasí, en Punata. El hombre la golpeó hasta quitarle la vida, mientras sus hijos estaban en la iglesia. Luego, envolvió el cadáver en unas carpas para ocultarlo hasta que cayera la noche. Removió la tierra de un pozo séptico antiguo del patio de la casa donde la enterró pretendiendo ocultar el crimen, detalló el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Cochabamba, Rubén Darío Lobatón.

Los familiares de la víctima y los miembros de la iglesia preocupados por la extraña desaparición de Avanja comenzaron a buscarla.

Claudina, hermana de la víctima, relató ante los medios de comunicación que quiso comunicarse con Avanja, pero las llamadas no entraban a su teléfono. La mañana del lunes, llamó a su sobrina mayor, quien no le dijo mucho porque estaba pasando sus clases virtuales.

Al mediodía volvió a llamar a su sobrina y ahí le explicó que, con sus hermanitos, fue a Punata el domingo y cuando volvió su mamá ya no estaba en la vivienda. Su papá le dijo que su mamá también había ido al pueblo y que le parecía extraño que no se hayan encontrado.

La mañana del martes, Jorge llamó a Claudina, para decirle que su hermana salió el domingo y que no volvió más a su hogar. “No hay tu hermana, dónde se habrá ido. A Chile me voy a ir me estaba diciendo, pero no sé si realmente se fue allá”, le dijo el feminicida, según la versión de Claudina.

Las hermanas eran unidas y mantenían contacto permanente por lo que Claudina descartó esa posibilidad. Se constituyó en el domicilio y revisó las pertenencias de Avanja. “Todas sus polleras estaban en su lugar e incluso las más nuevas. Encontré sus carteras y solo faltaban cuatro blusas, algunos zapatos y su carnet de identidad. Todo me pareció sospechoso”.

Claudina reportó la desaparición de su hermana el 25 de mayo. Ese mismo día, vecinos vieron a Jorge en una chichería y coadyuvaron con los investigadores. El sospechoso fue aprehendido, con aliento alcohólico, en horas de la tarde en Punata y confesó ser el autor del crimen. Dirigió a los uniformados hasta el sitio donde enterró a la madre de sus cuatro hijos.

Él mismo se metió al hueco donde dejó el cuerpo sin vida de su exconcubina, según las fotografías del operativo.

Avanja, nacida en el municipio de Vacas de la provincia de Arani, es la décima víctima de feminicidio en Cochabamba y la cuadragésima novena a nivel nacional. El crimen conmocionó a los pobladores del Valle Alto, quienes protestaron este jueves en puertas del Juzgado de Punata.