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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Familiares del arquitecto Ariel aún no reciben sus restos ni resultados

Rodríguez salió en su camioneta a una reunión laboral el 23 de octubre de 2020, pero no volvió más a casa. Su excuñado, junto con otros cómplices, está detenido por su muerte.

La mamá del arquitecto Ariel Rodríguez pide justicia. DICO SOLÍS
La mamá del arquitecto Ariel Rodríguez pide justicia. DICO SOLÍS
Familiares del arquitecto Ariel aún no reciben sus restos ni resultados

La familia del arquitecto Ariel Rodríguez Orellana sigue viviendo un “calvario”. El 19 de marzo de este año, los restos óseos del joven, de 30 años, fueron encontrados en la zona de Chacacollo después de 147 días de búsqueda, desde el 23 de octubre de 2020. A más de cuatro meses del hallazgo, sus familiares no han recibido los resultados genéticos ni sus restos para velarlo, despedirlo y darle sepultura.

En marzo, los restos fueron trasladados al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) para que se realicen las pericias genéticas y establecer científicamente su identidad, aunque uno de los implicados reveló detalles del asesinato del arquitecto. Sobre las pruebas, la familia lo único que supo es que ese proceso demoraría por la situación en la que se encontraron los huesos (calcinados) e incluso que probablemente no podrían hacerlo en Bolivia.

“Queremos despedirlo como se debe y que pueda descansar en paz”, manifestó uno de sus familiares a tiempo de pedir sentencia máxima para los autores del crimen.

A esa situación, se suma una deuda bancaria. Ariel adquirió su camioneta ploma marca Toyota, con placa de control 4679 AGS, con financiamiento, pero el motorizado no ha sido ubicado desde que se reportó la desaparición y los implicados no han dado ninguna información al respecto. Al no existir los resultados de ADN y el certificado de defunción, la entidad continúa realizando el cobro mensual a los progenitores de la víctima.

Sus padres, adultos mayores, que viven en el municipio de Arani son de escasos recursos económicos. Ariel cubría sus necesidades y velaba por ellos.

EL CRIMEN

El 23 de octubre de 2020, Ariel salió a una reunión laboral y no volvió más a casa, donde su pareja embarazada, quien dio a luz en marzo de este año, lo esperaba. A los 42 días de la desaparición, Edwin C.B., excuñado del arquitecto, y Lucio A.M., amigo del primero, fueron detenidos como presuntos autores de trata y tráfico de personas.

Edwin, junto a Lucio y otros cómplices, habría planeado el asesinato por “venganza”. Ariel, único hijo varón y menor de tres hermanos, quiso cuidar a su hermana de un potencial feminicida, pero halló la muerte.

Su hermana dejó su matrimonio e inició una relación con Edwin, pero Ariel no la apoyaba porque supo que él había estado en prisión por intentar matar a su expareja. Al final, ella se alejó de Edwin estando embarazada, pero hizo que su familia creyera que el niño que venía en camino era de su esposo, con quien había regresado.

A Ariel le “tendieron una trampa” y lo mataron en una urbanización de Chacacollo, camino a Sacaba. Edwin C.B., Lucio A.M., Christian Ariel Q.O., Erika Beatriz V.G. y Brayan Q.B. son los cinco imputados por la desaparición y muerte del arquitecto. Todos apuntan al excuñado como principal autor del asesinato.