Familia de Ariel siguió pista, dio con el auto y cayeron dos hombres más
La pareja del arquitecto viajó con su hija y sus padres a Villa Montes. El grito de su hija le permitió dar con la camioneta buscada hace casi un año, cuando mataron a Rodríguez.
A Mayumi el grito de su hija, de seis meses, la detuvo en la esquina de un barrio de Villa Montes, Tarija. Cuando levantó su mirada vio pasar la camioneta de su pareja Ariel Rodríguez Orellana, el arquitecto que fue asesinado el 23 de octubre de 2020 en una urbanización de Chacacollo, camino a Sacaba, en Cochabamba.
La joven perdió a su pareja cuando tenía casi seis meses de embarazo. Desde entonces, ella, al igual que sus padres y los del arquitecto, peregrina por justicia. Siguió varias pistas, desde la desaparición del padre de su hija, y encontró hace casi dos semanas el vehículo de Rodríguez. Por el caso, dos hombres más fueron encarcelados y suman a siete los imputados. Edwin C.B., expareja de la hermana de Ariel, es el presunto principal autor del crimen, quien habría planificado el asesinato por “venganza”.
EL VIAJE
Mayumi, junto a su hija, su hermana y sus padres, viajó a Tarija, hace casi dos semanas. Antes, el investigador asignado a su caso, de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), le dijo que presumía que cargaron gasolina dos veces a la camioneta de Ariel en un surtidor de Villa Montes, pero necesitaba confirmar si se trataba o no del auto del arquitecto asesinado en Cochabamba.
La familia llegó sábado a Villa Montes y se dirigió al surtidor donde el vehículo había cargado combustible, pero la oficina de administración se encontraba cerrada al ser fin de semana. El lunes volvió y pidió que revisaran sus cámaras de vigilancia. Mayumi vio la camioneta y la reconoció de inmediato puesto que mantenía hasta el adhesivo que había pegado con Ariel en la parte posterior del auto.
La joven no sabía dónde más ir y pensaba volver esa noche a Cochabamba, pero su papá le sugirió que den una vuelta más. Su hijita, de seis meses, comenzó a gritar e inquietarse y los obligó a estacionarse en una esquina. Mayumi entró a una farmacia y luego regresó a la movilidad de su padre, mientras agitaba el medicamento que iba a darle a su niña, pero al levantar la mirada vio la camioneta de Ariel.
De inmediato, le dijo a su padre que arranque su vehículo y siguieron la camioneta hasta una calle angosta donde tuvieron que ponerse en frente para obligarlos a frenar. Mayumi corrió y forcejeó con el conductor por la llave del motorizado, mientras su padre bajó para ayudarla y su madre pedía ayuda a los vecinos. El hombre conducía la movilidad con tres acompañantes, quienes se dieron a la fuga. Los efectivos de Diprove, al llamado de las víctimas, llegaron en unos 15 minutos y aprehendieron al chofer.
Ese hombre aseguró que le vendieron la camioneta en 13 mil dólares, en Santa Cruz. Tras su detención, los investigadores capturaron a otro hombre más, quien estaría vinculado en la venta del motorizado. Ambas personas fueron enviadas a prisión, con detención preventiva, mientras se investiga si fueron partícipes o cómplices del asesinato.
Por la desaparición y muerte de Rodríguez, hay otros cinco imputados. Se trata de Edwin C.B., Lucio A.M., Christian Ariel Q.O., Erika Beatriz V.G. y Brayan Q.B. El último es primo de Edwin y cuando fue detenido, el 19 de marzo de este año, dirigió a los investigadores hasta el sitio donde dejaron los restos óseos calcinados del arquitecto.
AÚN NO RECIBEN LOS RESTOS
A siete meses de ese hallazgo, la familia del arquitecto aún no recibe los resultados genéticos ni sus restos óseos para velarlo, despedirlo y darle sepultura.
La Fiscalía solicitó colaboración a Argentina para realizar esas pericias, debido a que Bolivia no cuenta con la tecnología que se requiere en este caso por el estado de los restos. Eso fue lo último que se supo de ese procedimiento y actualmente la investigación se encuentra “en reserva”.
La familia agradeció la ayuda de efectivos policiales y fiscales que mostraron compromiso en este proceso, pero piden a las autoridades celeridad en las pericias para despedirse de Ariel. Los padres del arquitecto, adultos mayores, están pagando una deuda bancaria ante la falta de un certificado de defunción. Se encuentran delicados de salud y no pueden más con la angustia.