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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EL ARQUITECTO ESTUVO DESAPARECIDO CASI CINCO MESES

‘Estoy en reunión, pero tengo miedo’, escribió Ariel poco antes de su muerte

El primo de Edwin C.B., excuñado de la víctima, rompió el “pacto de silencio” y reveló que le quitaron la vida ahorcándolo y que incineraron su cuerpo para esparcirlo en cinco puntos.
La mamá de Ariel exige pena máxima para los asesinos de su hijo, mientras se  desarrollaba la audiencia de los últimos imputados.    DICO SOLÍS
La mamá de Ariel exige pena máxima para los asesinos de su hijo, mientras se desarrollaba la audiencia de los últimos imputados. DICO SOLÍS
‘Estoy en reunión, pero tengo miedo’, escribió Ariel poco antes de su muerte

“Tengo miedo. Estoy en una reunión, pero tengo miedo”, escribió Ariel Rodríguez Orellana poco antes de que sus verdugos le quitaran la vida, el 23 de octubre de 2020. Rolando Ramos, abogado de su familia, informó que ese es uno de los mensajes que encontraron en el celular de la víctima tras recuperarlo de un tercero, no implicado en el caso, que había comprado el equipo en 500 bolivianos.

Ramos señaló que el mensaje estaba en “antesala” y que tenía como destinatario su esposa, Mayumi Luizaga. Rodríguez, de profesión arquitecto, estuvo siendo buscado durante casi cinco meses hasta el pasado 19 de marzo, cuando encontraron sus restos óseos calcinados en cinco puntos dentro de un perímetro de unos 150 metros, en la zona de Chacacollo (Sacaba).

Antes de su desaparición, Ariel estaba compartiendo con su pareja un momento especial puesto que esperaban con ansías la llegada de su primer bebé después de una relación de siete años. El arquitecto, de 30 años, ya había estado buscando nombres porque “estaba muy emocionado con la idea de ser papá”, contó su esposa.

Ariel y Mayumi tenían planeado casarse en diciembre de 2020. Iban a hacerlo en septiembre, pero por las restricciones de la pandemia decidieron suspenderlo para que sus familiares y amigos sean testigos de su unión. Dos meses antes, al arquitecto le “tendieron una trampa” e hicieron que salga de su vivienda supuestamente a una reunión laboral, pero le quitaron la vida dejando a una niña huérfana de padre.

Su excuñado Edwin C.B., de 31 años, es el principal autor del crimen. Se presume que planeó, junto con sus cómplices, el asesinato por “venganza”. Ariel quiso proteger a su hermana de un potencial feminicida, pero encontró la muerte.

SU DESAPARICIÓN Rodríguez fue a ver una de sus obras en la Melchor Pérez de Olguín, la mañana del 23 de octubre. Luego, volvió a su casa, se dio una ducha y almorzó con su cónyuge antes de salir a una reunión laboral. Mayu, como le decía Ariel de cariño, le alistó sus prendas de vestir para su encuentro con clientes en Vinto. Después, salió en su camioneta de su casa ubicada en Pacata Baja y desde entonces su paradero fue un “misterio”.

Mayumi recibió un mensaje por Messenger donde Ariel supuestamente le decía que “estaba estresado y que si quería podía perderse”, pero ella estaba segura que ese texto no lo escribió él porque no tenían problemas y solían comunicarse por WhatsApp y no por la otra aplicación.

La joven soñó varias veces con Ariel, donde le decía que estaba siendo golpeado y que solo le daban frutas. Mayumi, al igual que los padres del arquitecto, no descansó un solo día en la búsqueda, pese a que cursaba el sexto mes de embarazo cuando desapareció su esposo, y hasta el final mantenía la esperanza de encontrarlo con vida. Algunos policías incluso le decían que su pareja “seguramente se fue con otra mujer”.

ASESINOS CAEN TRAS REGISTRO DE NUEVO CHIP El autor y coautor del crimen cayeron a los 42 días de la desaparición del arquitecto. La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), a través de sus investigadores, detectó que el celular de Rodríguez estaba en La Paz y que se registró un cambio de línea a nombre de Lucio A.M. (22), a quien aprehendieron en la zona de Mallasilla, el 2 de diciembre.

Lucio declaró que Edwin C.B., excuñado de Ariel, le entregó el teléfono de la víctima el 25 de octubre diciendo que “al dueño lo había ahorcado”. También refirió que su amigo le entregó una tarjeta de débito con la contraseña instruyéndole que saque dinero y le entregue a una mujer, misma que depositaría a Edwin. Además, le consultó si tenía conocidos que estén interesados en la compra de un vehículo o autopartes. El 4 de diciembre, los efectivos aprehendieron a Edwin C.B. en Quillacollo. Ambos fueron puestos ante un juez por el delito de trata y tráfico, y están con detención preventiva en San Antonio y El Abra, desde el 6 de diciembre. 

Edwin y Lucio se conocieron antes en San Sebastián; eran compañeros de celda. El primero estuvo en prisión porque quiso matar a su exesposa, madre de sus dos hijos.

Cristian Q.O., tercer implicado en el caso, fue enviado a San Antonio, el 12 de febrero. Él dijo que no conoce a Rodríguez, pero usó su cuenta de Google desde el Trópico y otras zonas de Cochabamba. Aún se desconoce su relación con los otros implicados en el crimen.

Los imputados no revelaron lo que pasó con Ariel como si hubiesen hecho un “pacto de silencio”. Ese acuerdo se rompió el pasado 19 de marzo, cuando Brayan Q.B., primo de Edwin, declaró que al arquitecto le quitaron la vida ahorcándolo. Luego, dijo que el cuerpo fue incinerado y los restos fueron sacados en bolsas negras para tirarlos en cinco puntos cercanos al domicilio donde mataron al arquitecto.

CRUEL ASESINATO El 19 de marzo, Brayan Q.B. y Erika Beatriz V.G. (23) fueron aprehendidos en sus domicilios ubicados en Quillacollo y Lomas de Santa Bárbara, respectivamente. Se trata del primo y la comadre de Edwin C.B., quienes habrían participado en el crimen.

Brayan declaró que Ariel estaba rondando la casa que alquiló Edwin C. en una urbanización ubicada en Chacacollo, a la altura del kilómetro 5 de la avenida Villazón (camino a Sacaba). Lucio habría sorprendido al arquitecto, subiéndose a la camioneta por la puerta trasera, intentando asfixiarlo y apuñalándolo, mientras el primo del principal autor sostuvo sus manos para que no se defendiera.

Luego, Lucio se comunicó por Facebook con unos pandilleros y llegaron unos cinco, con quienes llevaron a Ariel hasta el domicilio alquilado, donde le habrían quitado la vida, junto con los otros implicados, cerca de la lavandería.

Son varias versiones las que se manejan sobre cómo llegó el arquitecto a esa vivienda. Una de ellas es que fue convocado a una reunión laboral, pero que los supuestos contratantes eran sus verdugos. La otra es que Ariel recibió mensajes y llamadas de su excuñado cuando se dirigía a su cita laboral, quien le pidió que se encontraran en la zona de El Castillo para conversar sobre un problema relacionado con su hermana.

Rodríguez, al igual que su familia, no aceptó esa relación porque supieron que Edwin estuvo en prisión por intentar matar a su expareja. La hermana de la víctima quedó embarazada y tuvo una bebé, pero sus familiares conocieron hace poco que el padre de la niña es Edwin puesto que ella retomó su relación con su esposo, con quien ya tenía dos hijos.

Las investigaciones apuntan al excuñado como el principal autor de la muerte de Rodríguez. Erika contó que conoció a Edwin en la cárcel debido a que su esposo está en prisión. La visitó cuando ella dio a luz y le ofreció ayuda, y le hizo firmar un contrato de alquiler, pero el pago lo hizo él.

Ella dijo que le pidió la vivienda unos dos días, las mismas fechas que Ariel desapareció, porque tendría una fiesta. La Policía estableció que Edwin mantuvo comunicación fluida con Brayan y Erika el 23 de octubre, mismo día que habrían asesinado al arquitecto. Entre el 20 y 30 de ese mes, también se comunicó constantemente con Lucio, su primo y su comadre.

Los familiares del arquitecto piden justicia y pena máxima para los autores del crimen. Además, de que continúen con las investigaciones para dar con todos los implicados en el hecho.