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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Envían a cárcel de San Pablo a acusado de flagelar y quemar a su hija

La denuncia detalla que la menor también sufrió abuso sexual y soportó una serie de maltratos durante varios meses, como ser bañada con agua hirviendo o recibir golpes de cinturón. Mujeres de Fuego pedirá que se traslade al sujeto al penal de El Abra.  
Fotografía ilustrativa de una niña, víctima de violencia. ARCHIVO
Fotografía ilustrativa de una niña, víctima de violencia. ARCHIVO
Envían a cárcel de San Pablo a acusado de flagelar y quemar a su hija

El hombre acusado de flagelar y quemar las manos de su hija, de ocho años, en Capinota fue enviado ayer a la cárcel de San Pablo, de Quillacollo, con detención preventiva por un lapso de seis meses hasta que concluya la investigación.

Horas antes de la audiencia, el sujeto, de 37 años, admitió que golpeó a la menor, pero negó haberla abusado sexualmente, como indica parte de la denuncia en su contra.

Representantes de la organización Mujeres de Fuego, que se constituyó como parte querellante en el caso, aseguraron no estar de acuerdo con la decisión del juez y anunciaron que pedirán el traslado del hombre al penal de El Abra. Además, reprocharon la actitud de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia argumentando que no defendieron a la menor.

Durante la audiencia, varios familiares del sujeto llegaron hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) para apoyarlo y pedir que lo liberen. “Está arrepentido. Dice ‘sí, evidentemente le he golpeado, pero nunca le he violado a mi hija’”, afirmó uno de los parientes del acusado en una entrevista con la red Unitel.

Asimismo, el familiar denunció que la menor ya recibía maltratos por parte de los parientes de su madre y que llegó a vivir con su progenitor con signos de violencia y abuso sexual. “Era ya golpeada. Incluso hay una denuncia de que al mismo tío lo había acusado de violación”, sostuvo.

La madre de la menor se encuentra en España. Según contó el hermano del acusado, el acuerdo con el padre fue que volvería después de tres años, pero eso no sucedió.

EL CASO

Según detallan las autoridades, la niña era obligada a preparar la comida en una cocinilla que funcionaba a leña. A sus escasos ocho años, no podía hacerlo bien y esto derivó en un castigo que le dejó huella de por vida en su cuerpo: su padre le quemó las manos por estropear los alimentos.

La denuncia detalla que la menor soportó este y otros abusos más, como ser bañada con agua hirviendo o recibir golpes de cinturón, hace varios meses. Luego de que se presentó la querella, el padre intentó fugarse del país rumbo a Chile, de acuerdo con Inteligencia de la Policía, pero, tras un rastrillaje, lo detuvieron y lo mandaron a celdas de la FELCV.