En medio de dolor, un llanto inconsolable y pedidos a Dios para que “castigue” a sus victimarios, los restos del arquitecto Ariel Rodríguez Orellana, desaparecido, torturado y asesinado en 2020, finalmente descansan en el Cementerio General de Arani, su tierra natal.

El arquitecto fue enterrado con mariachis y flores, pasadas las 16:00 del día de hoy. Sus familiares, amigos y vecinos escoltaron su féretro hasta su última morada, el camposanto de Arani.  

“Háblame una palabrita Ariel, Ariel”, fueron las palabras de uno de sus familiares, quien lo despidió abrazando su féretro.

Luto y un llanto inconsolable marcaron la jornada. Gran parte de la población araneña se volcó a despedir a quien recuerdan con ternura como “una gran persona”, “trabajador” y “buen profesional”.

“Todos aquellos que hemos tenido la dicha conocerlo, todos sabíamos cómo era él: una persona bastante alegre, bondadosa. Estoy muy agradecida con Dios por haberme puesto a esta persona en mi camino. No me arrepiento de nada de lo que he vivido con él, los buenos y malos momentos es lo que me llevo. Le pido a Dios que por favor me mire de una vez y castigue a esas personas, qué les haga doler, qué sufran al igual que nosotros”, expresó su esposa, Mayumi Luizaga.

ASESINATO

Ariel fue visto por última vez el 23 de octubre de 2020. Cinco meses después de su desaparición, el 19 de marzo de 2021, Brayan Quispe, primo de Edwin Carata, este último “obsesionado” con la hermana del arquitecto, reveló el lugar donde ambos dejaron los restos del arquitecto.

Ese día, la Policía halló una parte de los respetos del arquitecto en la urbanización de Chacacollo, camino al municipio de Sacaba. Las investigaciones revelaron que Ariel fue golpeado, torturado y tras fallecer, su cuerpo fue quemado.

El arquitecto fue asesinado por Edwin Carata Bejarano y Brayan Quispe Bejarano, quienes fueron condenados a 30 años de cárcel, en mayo pasado.

VELATORIO  

Tras pericias e investigaciones forenses, finalmente ayer, el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) entregó los restos óseos del arquitecto a su familia.

Posterior a ello, fue trasladado al municipio de Arani, donde fue recibido por sus familiares, vecinos y amigos, quienes lo velaron en su tierra natal.

“Nuestro país sabe de qué forma murió Ariel. No quiero recordar (…) Solo pido que Dios les de el castigo correspondiente a aquellos bestias (que lo asesinaron), perdónenme la expresión”, dijo otro de sus familiares.

Los dolientes aseguraron que Ariel vivirá para siempre en sus corazones.