El Tribunal de Sentencia No. 1, tras cuatro días de juicio oral, dictó seis años de cárcel para Gustavo Rojas por violencia intrafamiliar. De acuerdo con la denuncia, el hombre le fracturó la mandíbula a su expareja y la encerró dos días sin atención médica; además la violó, pero los jueces resolvieron la sentencia sin considerar la agresión sexual y que la víctima tenía 45 días de impedimento.

Paola (nombre ficticio), de 34 años, tuvo que atravesar por tres intervenciones quirúrgicas. El 14 de febrero de 2019, su exconcubino le pidió que se encontraran para comprarle ropa a su hija menor por su cumpleaños. Ellos tienen tres niñas (de 9, 5 y 2 años).

Gustavo las llevó a su casa diciendo que su madre, abuela de las niñas, quería ver a sus nietas. En ese inmueble, encerró a Paola y quiso tener intimidad con ella, pero ante la negativa reaccionó con violencia. Discutieron hasta que él le dio una patada que le fracturó la mandíbula e incluso hizo una maniobra diciéndole que iba a “acomodarle los huesos” y se negó a llevarla a un hospital. Luego, la agredió sexualmente sin importarle el dolor que la madre de sus hijas estaba sintiendo.

Dos días después, Paola pudo salir de esa casa prometiéndole a Gustavo que retomaría la relación y que iba a recoger sus pertenencias. Ángela Nogales, fundadora de Mujeres de Fuego, lamentó la determinación del Tribunal e indicó que apelarán puesto que no se habrían valorado las pruebas. “Paola está totalmente decepcionada porque ella fue golpeada, violada, le fracturó la mandíbula, la encerró y no primó la visión de género para juzgar”.

Acotó que el Tribunal fue conformado por dos profesionales mujeres y un varón. El último consideró que existían pruebas para demostrar la agresión sexual, pero las juezas no coincidieron. Nogales dijo que las denunciarán ante el Consejo de la Magistratura. También enviarán una nota a la Fiscalía observando el trabajo del asignado al caso.