Al menos 22 hombres han sido nombrados como autores de hechos de violencia sexual en “El Confesionario de la UCB”, una página en Facebook que ha permitido sacar a luz varias denuncias de acoso y abuso sexual, y violaciones.

El escándalo convocó la atención de las autoridades de Gobierno, universitarias e instituciones investigadoras, quienes prometieron investigar y ofrecieron su apoyo a las víctimas. Varias mujeres, de manera anónima, hicieron conocer que Carlos David A.A., junto con sus amigos, organizaba fiestas para agredir sexualmente a mujeres, en La Paz. Según los testimonios, las afectadas, en su mayoría, tenían entre 15 y 18 años.

LA CONFESIÓN 71 Todo comenzó cuando se publicó la confesión No. 71, el 27 de febrero. Una exestudiante de la UCB contó que en su primer año de la universidad se organizaron fiestas de frentes estudiantiles, en 2017. Ella quería hacer amigos y decidió participar de los dos eventos; en una conoció a Carlos David A.A., uno de los organizadores de la fiesta, quien la abordó y conversaron hasta que la joven se sintió mal.

El organizador la llevó a un rincón y la joven se durmió. Cuando despertó se dio cuenta que su acompañante le realizaba toques impúdicos y aunque ella quería gritar, y levantarse su cuerpo no le respondía presuntamente porque le pusieron un “sedante” en la bebida. Su amiga la estaba buscando y la encontró antes de que él pudiera llevársela a su casa como le decía mientras la tocaba.

La víctima asistió a terapia psicológica para superar lo que le pasó y, después de todo ese proceso pudo “romper el silencio”.

En otro caso, una joven peregrina por justicia desde hace casi tres años, en La Paz. Fue víctima de violación en abril de 2018, cuando tenía 17 años, e inició el proceso en contra de Carlos David A.A, quien, en primera instancia, fue beneficiado con procedimiento abreviado y luego con sobreseimiento, publicó Urgente.bo.

Más denuncias suman en su contra, y el de su entorno de amistades, en “El Confesionario de la UCB”; ellos se hacían llamar “Los Amantes”. Carlos David A.A. fue aprehendido el 4 de marzo y evitó brindar declaraciones a los medios de comunicación, mientras era trasladado a celdas. El 6 de marzo, fue enviado con detención preventiva al penal San Pedro de La Paz.

El juez le dio esa medida solo por tres meses sin considerar que otras víctimas podrían declarar en ese caso y la etapa investigativa podría ampliarse. La Fiscalía apeló porque, en audiencia, pidió seis meses de detención. 

Los casos de abuso sexual y violación cometidos por ese grupo de amigos sacó a luz otras denuncias en esa ciudad y otros departamentos.

“LOS AMANTES” Se trata de un grupo de amigos, del que Carlos David A.A. presuntamente era miembro. Ellos convocaban a fiestas donde participaban estudiantes de la Universidad Católica Boliviana (UCB) y de otras casas superiores de estudio, y colegios. Según las denunciantes, los jóvenes les daban a sus víctimas bebidas adulteradas o sedantes para que ellas pierdan la consciencia y puedan abusarlas.

Les tomaban fotografías para compartirlas en un grupo de WhatsApp, donde estaban todos “Los Amantes”, y presumían a sus víctimas.

Las autoridades se pronunciaron y el Ministerio Público inició una investigación de oficio. Hace cinco días, se conoció que tres mujeres prestaron su declaración informativa, pero se habla de más de 150 víctimas.

La Iglesia también comenzó una investigación tras que un clérigo, que enseñaba Cristianismo en la UCB de Tarija, fuera involucrado en hechos de abuso sexual. La Diócesis prometió seguir las denuncias y brindó su apoyo a las víctimas. Como medida preventiva, suspendió al sacerdote de sus actividades pastorales y educativa.

CURA IMPLICADO EN ABUSOS Al menos cinco personas nombran al sacerdote como autor de abuso sexual. 

Una joven, de 28 años, contó, que fue víctima de abuso sexual a sus 12 años, cuando el cura de su colegio quiso agredirla sexualmente. Ella hizo conocer lo ocurrido a sus padres y el establecimiento resolvió su despido. Cinco años después junto con su profesor, y sus compañeros, realizaron una visita a la UCB de Tarija, donde volvió a ver a su agresor como docente de Cristianismo.

“Empecé a temblar y llorar porque volvieron esos recuerdos a mi cabeza. Mi profesor de colegio se dio cuenta de qué pasaba sin tener que decirle mucho, así que me sacó del lugar y me llevaron con mi madre. Fue un momento duro y de mucha impotencia porque tenía ganas de enfrentarlo y preguntarle si se acordaba de mí y de lo que me hizo (…)”, dice parte del testimonio de la víctima.

REVELAN “SECRETOS” DE CINCO UNIVERSIDADES En “El Confesionario de la UCB” revelaron casos de violencia sexual no solo de la UCB de La Paz y Tarija, también de la universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca y de la Juan Misael Saracho de Tarija.  

Una estudiante de Contaduría de la San Francisco Xavier denunció que un docente quiso reprobarla, pese a que ella estaba segura de haber sacado, en su examen, los 18 puntos que necesitaba para vencer esa asignatura. Él le hizo conocer que no le alcanzó la nota, a través de Messenger, y le dijo que podía ir a revisar su prueba a la Facultad. 

Relató que había como 20 estudiantes aguardando y ella era la séptima de la fila, pero el docente le dijo a ella que espere hasta el final. Cuando ingresó a la revisión, le comentó que olvidó su examen, pero que tenía anotado que reprobó, pero que podían arreglarlo con “una salida”. La joven salió corriendo y cuando llegaba a su casa notó que el docente la seguía y continúo insistiéndole ese y los siguientes días, hasta que ella lo amenazó con tomar medidas y él respondió que le pondría la nota y que “le debía una”.

También se creó el “Confesionario UAGRM”, otra página en Facebook donde tres personas, de forma anónima, dieron a conocer un caso de violación y dos de acoso que involucra a un docente y personal administrativo.

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“El Confesionario de la UCB” se creó el 18 de enero de este año. Las primeras publicaciones tienen que ver con reclamos por la enseñanza de algunos docentes, sugerencias de materias o declaraciones amorosas. Desde la confesión 71, muchas mujeres se sintieron identificadas y revelaron “secretos”.