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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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LA QUINTA VÍCTIMA DE FEMINICIDIO EN COCHABAMBA

Cinthya quiso separarse; carta advertía su ‘muerte’

Ella comenzó el trámite de su divorcio tras encontrar una nota con amenazas, hace casi un año, pero se reconcilió. Él era bastante celoso. 
El papá de Cinthya llora en el velorio, en su domicilio en Ironcollo (Quillacollo).  DICO SOLÍS
El papá de Cinthya llora en el velorio, en su domicilio en Ironcollo (Quillacollo). DICO SOLÍS
Cinthya quiso separarse; carta advertía su ‘muerte’

Una carta con amenaza de muerte encontró, hace casi un año, Cinthya Mencia Rocha, la quinta víctima de feminicidio en la ciudad de Cochabamba. 

“Él escribió una carta diciendo que iba a matar a sus hijos (mis nietos) y que morirían todos e incluso la hoja tenía cruces. Mi hija encontró esa carta y decidió divorciarse y denunciarlo a la Policía”, contó ayer a OPINIÓN Germán, el padre de Cinthya, durante el velorio en su vivienda ubicada en Ironcollo, en el municipio de Quillacollo.

La joven de 30 años fue asesinada por su esposo Rubén Ch.H., de 35 años, la mañana del miércoles, en presencia de su pequeño de 2 años. Tienen dos hijos más de 7 y 12 años. 

El cuerpo de la víctima presentaba una herida en el lado derecho del cuello y otra en la mandíbula inferior izquierda. Él autor del crimen ingresó ayer a una cirugía exploratoria tras herirse con un arma blanca el mismo día que mató a Cinthya. 

Llegó al hospital Viedma con un trauma cervical penetrante en la región del cuello y su pronóstico es reservado, informó el responsable de comunicación del nosocomio, Fernando Romano. “Su estado es aún delicado ”. Dos custodios policiales se encuentran en el lugar. 

EL CRIMEN El hermano menor de Cinthya, de 15 años, llegó a la casa después de mediodía y la encontró ensangrentada en el piso de la habitación, mientras su cuñado estaba echado en la cama. 

Atemorizado llamó a su padre, quien se encontraba en Morochata, a unas tres horas de distancia. “Pensé que habían discutido, pero no imaginé que mató a mi hija. Le llamé a mi otra hija que vive cerca y le dije que vaya a la casa a ver qué problema había. Pasó un tiempo y me llamó para decirme que estaban llevando el cuerpo de Cynthia a la morgue. No descansaré hasta que ese hombre sea encarcelado, debe tener la pena máxima”, manifestó Germán. 

El padre de la víctima conoció que Rubén cerró la puerta de la habitación, que ahora está precintada con fines investigativos, para que nadie escuchara la discusión.  Él agresor habría aprovechado que los progenitores de la víctima viajaron al campo, además que el hermano y sus otros dos hijos se encontraban en la escuela.  La pareja estaba viviendo en la casa de los papás de Cinthya hace casi un año. Antes, habitaban en la vivienda de la familia de Rubén. 

LA DENUNCIA El 11 de mayo de 2019, Cinthya denunció a Rubén por violencia psicológica, sustracción de menor (pretendió quitarle a sus hijos) y amenazas de muerte, después de encontrar una carta que develaba las intenciones del hombre.

Después de ese suceso, ella se mudó a la casa de sus papás. “Me dijo que su divorcio estaba en curso, pero que era un proceso lento. Un día le pregunté por qué se iban a separar y ella me respondió ‘cualquier rato me puede matar’. Ahora pienso que ella se daba cuenta y sufría en la casa de su suegra”, contó el padre.

Germán manifestó que su hija le contó alguna vez que discutía con su esposo, pero nunca le dijo si él la golpeaba, pero conocía que el hombre era sumamente celoso. 

Después del 11 de mayo, los papás de Cinthya y sus padrinos de matrimonio civil los reencontraron y hablaron con el propósito de que la pareja retomara la relación y que sea una pacífica. “Eran tranquilos, nunca vi que él la tratara mal. En mi presencia no era así”. 

SUS SUEÑOS Cinthya egresó de la carrera de Derecho de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), en 2019. Estaba trabajando como ayudante en oficinas de abogados, mientras reunía dinero para presentar su tesis, además de mantener a sus tres hijos. 

Germán, su papá, contó que iba a trabajar después de almorzar con sus hijos, pasado mediodía. “Me decía me falta dinerito, pero voy a trabajar y no vamos a sufrir. Ahora me dan 20 o 30 bolivianos, pero eso me sirve para traer pan para mis hijitos. Luchó mucho e iba a estudiar con su hijito pequeño”. 

Contó que Rubén la celaba constantemente con sus compañeros de estudio y de trabajo. “No quería que hable con nadie y le insultaba por eso, según me enteré”. Él trabajaba en un taller de motocicletas. 

Germán presume que discutieron por los celos de Rubén, ese trágico día. No habían consumido bebidas alcohólicas. 

Temor “Gracias a Dios por darme salud y por estar un día más con vida”, escribió Cinthya en su cuenta de Facebook el 6 de enero. Hoy será enterrada después de mediodía.