El pasado 30 de octubre de 2019, Romina Rodríguez Mole, de 24 años, salió de su casa en Santa Cruz cargando un maletín asegurando a sus familiares que se ausentaría unos días por motivo de trabajo. 

Dejó a su hija de cuatro años al cuidado de su madre, informó el portal digital Clave 300.

A partir de ese día su madre Antonia Mole, perdió toda comunicación con su hija hasta hace tres semanas cuando recibió la llamada de un desconocido que le hizo conocer que su hija se encontraba detenida en una cárcel de China condenada a la horca por traficar tres kilos de droga a ese país.

La mujer en su desesperación presentó un memorial a la Cancillería solicitando que el Estado boliviano intervenga en su caso y solicite que su hija sea deportada a su país de origen para que cumpla su condena.

“Nunca dejó dicho que se iba a China, solo me dejó al cuidado de su niña de cuatro años que cada día llora viendo su foto y me dice que vayamos al trabajo de su madre porque la extraña”, relató. Señaló que Romina es la hija mayor de dos hermanas que viven de caseras en una vivienda por la zona norte de la ciudad.

 Antonia contó que su hija, antes de viajar, se ganaba la vida como mesera y ayudante de cocina, pero sus ingresos no le alcanzaban para solventar los gastos de su hija.

“El padre de mi nieta nunca le ayudó con un peso y quizás su extrema situación la obligó a cometer ese delito”, señaló.

 La mujer recordó que su hija cumplió 24 años este 9 de enero y sintió un gran vacío al celebrar el cumpleaños sin su presencia.

A la fecha la madre no ha podido mantener contacto con su hija debido a la distancia y se ve imposibilitada de viajar por el factor económico.