Cinco niñas (ahora ya adultas) vivieron y callaron un calvario durante décadas en la zona de Sarco, en Cochabamba. Habrían sido abusadas y violadas sistemáticamente por su primo Luis, aquel que, antes de atacarlas sexualmente, se había ganado su confianza a punta de juegos.

El hombre abusaba de ellas en los momentos en que detectaba que estaban vulnerables. Presuntamente las agredía cuando se hallaban solas, cuando sus padres viajaban o fallecía alguien del entorno. Ese era el modus operandi del agresor sexual, que a la fecha se encuentra en su domicilio, a escasos metros de las viviendas en donde materializó el horror.

El jueves, Luis fue aprehendido, tras la denuncia masiva de los familiares y las muchachas, y 24 horas después fue liberado. Se defenderá en libertad después de haber abonado una fianza de 30 mil bolivianos. Ello relata la madre de una de las víctimas, quien se asume indignada por el proceder del juez que resolvió el caso.

La madre, sobre quien se reserva su identidad, detalla que las niñas tenían entre 3 y 10 años. Dijo que son cinco, pero que habría sospechas de más víctimas, puesto que “decidieron callar para no generar problemas” en el entorno cercano.

“Es un violador serial que ha violado a bastantes niñas de la familia”, describe la mujer, para completar relatando que la audiencia se desarrolló el viernes, en horas de la tarde, por lo que el hombre estuvo detenido apenas unas horas. “Nos parece indignante. Estamos pasando una época muy difícil. La familia se desintegró. Este sujeto vive a pasos de sus víctimas”.

Todo se destapó recientemente, como en un efecto dominó, luego de décadas. Una de las agredidas, ahora con 23 años, habló con su prima, de 35, exponiéndole los motivos que la hacían tener problemas en la actualidad. Le confesó que era abusada desde los 5, y a los 8 fue violada. Fue entonces cuando la mayor le dijo que también fue vejada por el mismo familiar. 

Otra de ellas ahora tiene 30. Según la versión de la fuente anónima, ella pisaba los 10 cuando el sujeto la habría manoseado. La víctima más reciente, ahora con 17, habría sido atacada en 2007, cuando solo tenía 3 años. El hombre aprovechaba los momentos de fragilidad. “La primera niña fue atacada cuando el papá falleció. La tercera, la de 23, tras la muerte de su abuelita”, dijo la fuente.

Según la madre de una de ellas, el sujeto tiene aproximadamente 55 años, vive con su progenitora y otros familiares; es cerrajero y electricista.

La mujer asegura que apelarán y agotarán instancias. “Estamos decididos a llegar hasta el último”.