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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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12 preguntas y respuestas sobre los hechos luctuosos de Huayllani

A poco más de un año de las muertes aún hay dudas e incógnitas que impiden que el caso se esclarezca. Los afectados consideran que hubo “omisiones” y piden complementar pericias.
Cocaleros y uniformados en los conflictos suscitados en el puente de Huayllani, la tarde del 15 de noviembre de 2019. Dico Solís
Cocaleros y uniformados en los conflictos suscitados en el puente de Huayllani, la tarde del 15 de noviembre de 2019. Dico Solís
12 preguntas y respuestas sobre los hechos luctuosos de Huayllani

Muertos, huérfanos, detenidos, heridos, desempleo y familias destruidas son la consecuencia de la violencia del 15 de noviembre de 2019 en la zona de Huayllani, en Sacaba. A más de un año de los hechos luctuosos, el acceso a información respecto a las pericias, que pretenden esclarecer los decesos, ha sido limitado. Los afectados consideran que los resultados generan “dudas”, “susceptibilidades” y que hay “omisiones”. Le presentamos 12 preguntas y respuestas sobre lo ocurrido aquel “viernes negro”.

P. ¿Cuántos muertos y heridos se registraron a consecuencia del conflicto del 15 de noviembre?

R. Las víctimas mortales sumaron 10 y los heridos más de 125. La Defensoría del Pueblo de Cochabamba informó esa noche que ocho personas murieron en los enfrentamientos entre cocaleros y policías, y militares. Al día siguiente, falleció la novena víctima; y siete meses después, Julio Pinto, quien tenía una bala en el cráneo.

La organización “Héroes de la Democracia” contempla 12 fallecidos en sus listas. Los otros dos habrían muerto el 11 y 29 de noviembre del mismo año. El primero por disparo de uniformados desde un helicóptero, según esa agrupación. Sin embargo, el Ministerio Público hace referencia, en este proceso, solo a los 10 decesos del 15 de noviembre.

P.  ¿Las muertes fueron por arma de fuego?

R. El Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) concluyó que ocho cadáveres tenían un orificio de entrada y otro de salida. En un cuerpo se colectó un proyectil deformado que ingresó por la columna y se alojó en la región cardiaca. En la décima víctima realizaron una necropsia para extraer la bala y los resultados aún no han sido socializados.

P.  ¿Se hallaron proyectiles y de qué calibre?

R. A la semana de los hechos luctuosos, el IDIF informó que colectó dos balas del cuerpo de un herido y una de un fallecido. Se determinó, después del peritaje balístico, que el calibre de los proyectiles es 5.56 y 38 milímetros, que corresponden a armas de fuego largas, y que no serían de uso de los uniformados.

En tanto, el entonces comandante del Comando Estratégico Operacional Central (CEO) de Cochabamba, Alfredo Cuéllar, informó tras el enfrentamiento, que detuvieron a una persona que portaba un fusil Mauser 765 y aseguró que ese calibre no es de uso de la Policía ni Fuerzas Armadas.

El IDIF también colectó al menos cuatro proyectiles de arma de fuego, de los cuales dos estaban fragmentados, durante su inspección a Huayllani en enero de este año, pero sus resultados no fueron de conocimiento de los medios de comunicación.

P.  ¿Los militares usaron armas letales el 15 de noviembre?

R. El general Alfredo Cuéllar, excomandante del CEO, reiteró, que no autorizó el uso de armamento letal, en su declaración informativa del 24 de noviembre de este año.

El día del conflicto, el entonces comandante de la Policía de Cochabamba, Jaime Zurita, dijo: “todos han escuchado las balas, estaban silbando”, pero atribuyó que los proyectiles salieron de los cocaleros movilizados. 

En tanto, los familiares de las víctimas piden una investigación profunda debido a que aseguran que las balas llegaron del sector de los uniformados. Las partes exigen que el Ministerio Público y el IDIF esclarezcan el caso puesto que en ese aspecto no fueron “contundentes” porque, en su criterio, podrían realizar un estudio de las armas y tanquetas que llevaron los regimientos militares a la intervención.

P.  ¿Desde qué lugar se dispararon las armas?

R. Ese aspecto se desconoce. El abogado de las víctimas de Huayllani, Ricardo Leclere, consultado sobre si el documento final del IDIF revela la trayectoria balística, explicó que únicamente determina el punto de impacto y de descanso del proyectil, pero no el de origen y salida.

“De qué nos sirve esa identificación, si no sabemos de dónde ha salido el disparo. Obviamente, este informe es incompleto. Ellos han medido la trayectoria y debían determinar e identificar el lugar de salida de la bala. Por videos y fotografías sabemos dónde estaban ubicados los militares a momento de los enfrentamientos”, sostuvo.

Esa parte solicitó al IDIF que complemente ese informe porque esa información permitiría esclarecer los hechos. 

P.  ¿El fusil Galil es un arma de dotación de las Fuerzas Armadas?

R. Esa fue una de las preguntas que le realizó la comisión de fiscales al general Cuéllar, el pasado 24 de noviembre. Él respondió que, si se trata de un arma de dotación para las Fuerzas Armadas, pero que no recordaba el tipo de calibre que usa porque no está especializado en ese tema.

P.  ¿Qué función cumplen los militares que están en tercera y cuarta línea?

R. La tercera línea tiene como tarea el empleo de equipo de combate antidisturbios para reforzar las tareas de la primera y segunda línea que se encarga de disuadir, desorganizar y aprehender a antisociales que se encuentran trasgrediendo la norma, y la cuarta línea hace empleo de patrullas de combate con armamento y munición no letal.

P.  ¿Se usó carro blindado?

R. El vehículo blindado ZF del Ejército tiene 12 disparos, dijo, un día después del conflicto, el encargado de Relaciones Públicas de esa institución, Jhoel Montaño. Acotó que los disparos fueron en contra del piloto y copiloto, pero que, al contar con vidrios blindados, las balas no ingresaron.

El general Cuéllar en su declaración informativa dijo que en su plan de operaciones no solicitó el carro blindado, pero que pudieron hacerlo los comandantes de las grandes unidades.

P.  ¿Se dispuso aviones y helicópteros?

R. El operativo incluyó vuelo de aviones y helicópteros que sobrevolaban la zona de Huayllani. Al respecto, Cuéllar en su declaración informativa dijo que su plan no preveía el apoyo aéreo, pero que pudo ser orden de los comandantes de unidades (del Ejército y Fuerza Aérea) o de los ministros de Presidencia o Defensa, y del Comando de Fuerzas.

P.  ¿La patrulla de satinadores estuvo en el lugar?

R. El general Cuéllar, en su declaración informativa, respondió que “en la orden de operaciones de la unidad se puede saber si estos se encontraban en la zona o no”. Se limitó a indicar que los satinadores son un apoyo a “las fuerzas, sus tareas también están en el plan de operaciones y son miembros para tarea especial y mejor explicación les dará el comandante del Ejército”.

P.  ¿El Decreto Supremo 4078 autoriza a las Fuerzas Armadas el uso de armamento letal?

R. El general Cuéllar, en su declaración informativa, señaló que ese decreto sí autorizaba usar arma letal de acuerdo con el artículo dos (parágrafo cuatro) y en el artículo tres, pero aclaró que aún así él no dispuso el uso de munición letal.

El parágrafo al que hace mención dice: “Para el cumplimiento del presente Decreto Supremo, las FFAA emplearán todos sus medios disponibles y los que puedan ser adquiridos, de acuerdo a las necesidades a fin de garantizar el bienestar, la seguridad y la protección del pueblo boliviano”.

El artículo tres indica: “El personal de las FFAA que participe en los operativos para el restablecimiento del orden interno y estabilidad pública estará exento de responsabilidad penal cuando en cumplimiento de sus funciones constitucionales, actúen en legítima defensa o estado de necesidad, en observancia de los principios de legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad (…)”.

P.  ¿Quién y cuándo ordena realizar el plan de operaciones?

R. Cuéllar explicó, en su declaración, que el Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, a raíz del D.S. 4078, emitió una orden a las FFAA del Estado No. 01/19 el 11 de noviembre de 2019 y establece los comandantes de los CEOS coordinen con los comandantes departamentales y regionales y policiales la conformación inmediata del comando conjunto y su empleo, de acuerdo a la situación.

El CEO de Cochabamba emite el 13 de noviembre el plan de operaciones. En su inciso 10 establece que los comandantes de las grandes unidades son responsables de la planificación y ejecución de las operaciones en sus jurisdicciones.