Los caminos prehispánicos son un importante patrimonio arqueológico en Cochabamba, aunque poco conocido. Los caminos prehispánicos son principalmente incaicos.

Los caminos prehispánicos, formalmente construidos con terraplenes hechos de piedra, han sido estudiados por David Pereira, Ramón Sanzetenea, Ricardo Céspedes, María de los Ángeles Muñoz y Walter Sánchez.

Un camino destacado es el que va de Colomi hacia la zona de Incachaca, que es conocido como Incayan. Construido formalmente, se halla empedrado en gran parte.

Este hermoso camino, con muros de contención, escalinatas, desagües simples y dobles, sube desde Colomi (3.300 m) hacia Abra K’asa (3.976 m), lugar desde donde puede observarse dos paisajes contrapuestos: de un lado, hacia el oeste, el ocre altiplano de Colomi, con su cielo límpido y azul; y del otro, al noreste, los verdes flancos orientales con sus grandes vahos de neblina blanca subiendo rápidamente para hacer reverdecer el paisaje. De este mismo punto comienza el rápido descenso hacia los valles húmedos de Incacorral, Incachaca y Paracti.

El altiplano de Colomi fue, durante el Incario, parte de los pastizales repartidos a los llamacayoc Sipe Sipe por Wayna Capac. Aunque en la actualidad ya no existen más llamas en la zona debido a que fueron desplazados por los camiones, en esta zona -estratégica- pastaban cientos de “cameros” que eran utilizados tanto para fines rituales como para el transporte de carga. Es posible que, durante el Incario, grandes “tropas” de llamas penetraran incluso hacia los “valles calientes” de Tablas Monte, Corani, Paracti e Incachaca, llevando papa, chuño y carne, y trayendo de regreso ají, plumas, locoto, miel, así como plantas medicinales y aromáticas.

Otro importante camino prehispánico es el que sube del valle de Sacaba a Laratí, para, de ahí, en varios ramales, dirigirse hacia la zona de Tablas Monte, Colomi y Candelaria.

COMPLEJO Existe un complejo arqueológico en Tablas Monte, que es una zona situada en los yungas. Fue un lugar donde la gente habitó por lo menos desde el 400 a.C. Este complejo destaca por el sofisticado sistema agrícola que las sociedades prehispánicas construyeron, en una zona de alta pluviosidad. Destacan, en el mismo, terrazas, andenería y, principalmente, un sistema de “huertos” construidos con piedra.

En Tablas Monte también existe un pequeño museo comunitario.

El hombre de  Jayhuayco data de hace 13.000 aÑos

El esqueleto del hombre de Jayhuayco y la bóveda craneana de Sacaba corresponden a los restos fosilizados de seres humanos hallados en los valles de Cochabamba, durante la década de los años sesenta.

Estos restos corresponderían a las primeras poblaciones que habitaron el territorio boliviano y sudamericano, durante el último máximo glacial. Los fechados realizados durante los años setenta le dieron una edad de aproximadamente 13.000 y 18.000 años antes del presente, respectivamente, haciendo que sean uno de los restos fosilizados humanos más antiguos del continente. Actualmente, su estudio ha sido retomado por el INIAM-UMSS.

PERIODOS Ricardo Céspedes ha sido quien ha trabajado los periodos precerámicos en Cochabamba. En 1986 reportó la presencia de culturas precerámicas (9.000 a.C.-2.000 a.C.), en la zona de Mayra Pampa y en San Pedro.

En Matarani, este arqueólogo ubicó un pequeño refugio con restos de lascas de piedra talladas. El complejo de Vila Vila (sitio Caroma), registrado en 1984, constituyó otro lugar donde se ubicaron grupos culturales precerámicos. Otros destacados lugares de ocupación arcaica se hallan cerca del río Callari, al cerro Sayari (donde existen pequeñas cavernas de refugio) y en la localidad de Kayarani.

Dentro del periodo conocido por los arqueólogos como formativo, que abarca del 1.500 a.C. al 200 d.C., se da una mayor presencia de múltiples sociedades en todos los niveles ecológicos del departamento.