Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), en los últimos días, se
convirtió en la "manzana de la discordia" por las diferentes denuncias
que se realizaron por la firma de supuestos contratos irregulares, una
hipotética renuncia no oficial del presidente de la estatal, Herland
Soliz, y el anuncio de una investigación de Transparencia del
Ministerio de Hidrocarburos. Aspectos que dejan en una "nebulosa" la
relación laboral y de coordinación en el interior de esta entidad.
Sin embargo, el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora,
denunció que se intenta desestabilizar al Gobierno de la presidenta,
Jeanine Áñez, con una "arremetida canallesca" con el objetivo de
"electoralizar" la coyuntura nacional en plena pandemia por el
coronavirus.
"Se está especulando mucho, se ha generado mucha desinformación
respecto a lo que ocurre en Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos (YPFB), yo apelo al criterio sano de la prensa y de la
población porque hay definitivamente intentos desestabilizadores",
dijo Zamora, informa el portal Oxigeno.bo.
La autoridad atribuyó al Movimiento Al Socialismo (MAS) y a otros grupos
los intentos de desestabilización mediante la generación de todo tipo
de informaciones. "Están emitiendo criterios, principalmente en redes
sociales, para denigrar, (…) estamos viviendo una crisis (de salud)
muy dura, cuidando nuestras familias que no sean víctimas mortales del virus
que en este momento estamos intentando contener", amplió Zamora.
Por su parte, el exministro de la careta estatal, Álvaro Ríos,
cuestionó que en la actualidad el sector de hidrocarburos no esté
atendido adecuadamente, es el caso de los seguros de los funcionarios
de medio rango, entre otras observaciones que se tienen en el sector;
mientras autoridades del alto nivel se dedican a entregar alimentos,
haciendo campaña con recursos de YPFB.
"La duplicidad se ve claramente, por eso la relación está rota y hay
dos cabezas en YPFB, por ejemplo, el Ministro (Zamora) no puede definir
cuándo se abre o se cierra la planta de Urea, sino la tiene que
definir YPFB o cuándo importa o no combustibles, eso se ve claramente
y son tareas empresariales de YPFB, por lo tanto, la política del
Ministerio de Hidrocarburos debe ser qué ley se debe aprobar hacia
adelante, cuando este país requiera una reforma, por qué no se regula
la Ley 767 para que se hagan exploración de campos maduros", explicó
Ríos, según el portal digital Pagina Siete.
En su criterio, el rol del Ministerio es implementar políticas
públicas para el sector de hidrocarburos, aprobar normas, pero no
estar sobre la estatal petrolera, que lo único que demuestra son la
doble función.
"Toda esta acción nos conduce al mismo camino que cuando se decía que
Evo Morales y el exministro Luis Sánchez estaban encima de YPFB, es lo
mismo que se critica ahora y esperemos que las autoridades entiendan
que lo que se cuestionó antes no se lo puede dejar de hace ahora, no
nos parece que se utilicen recursos estatales para hacer campaña
política", amplió Ríos.
Sobre el tema, el investigador de la Fundación Jubileo, Raúl
Velásquez, indicó que el anuncio de renuncia del Presidente de la
estatal petrolera  y las investigaciones que se iniciaron son el
reflejo de los desencuentros que hay entre el Ministerio de
Hidrocarburos y YPFB, pero esta misma figura que se evidenció en el
anterior Gobierno, cuando el exministro Sánchez quería ser a la vez
presidente de YPFB y tomar decisiones ejecutivas.
"La duplicidad de funciones y roles existe desde hace 15 años en el
sector hidrocarburos. Lamentablemente los seis meses del actual
Gobierno no han hecho más que reforzar esa misma duplicidad. Incluso
se ve una rivalidad entre mandos jerárquicos", afirmó Velásquez.
Ante este panorama, para el experto, la principal consecuencia es que
YPFB no es una empresa eficiente y menos transparente, no ejerce su
rol operativo, también se debe recordar que en los últimos 15 años no
ha descubierto un solo campo nuevo, tampoco opera los principales
campos productores del país, amplía Página Siete.
Una serie de errores procedimentales y de aplicación de las normas que
rigen en el país, dejan como evidencia de que la relación entre los
ejecutivos de YPFB y el ministerio del área está deteriorada y esto
mostraría ante la opinión pública fisuras que podrían afectar
posteriormente.