El expresidente del Comité Cívico pro Santa Cruz Rómulo Calvo fue sentenciado ayer a dos años de cárcel por la denuncia que pesa en su contra por el presunto ultraje a la wiphala, hecho ocurrido en septiembre de 2021.

Un juzgado de Santa Cruz emitió este fallo en primera instancia por los delitos de incitación al racismo, discriminación y ultraje a un símbolo nacional. Calvo adelantó que apelará a esta decisión, debido a que él “no estaba” en el acto de la iza de la wiphala, por lo que no es culpable de los ilícitos que se le atribuyen.

EMERGENCIA El Comité pro Santa Cruz, mediante un comunicado, rechazó el fallo “corrupto” contra Calvo y como Directorio se declararon en estado de emergencia.

“Es un fallo plagado de abusos y violaciones al debido proceso, como el caso del gobernador Luis Fernando Camacho y los demás presos políticos”, señala parte del comunicado.

Asimismo, denuncia que la Policía agredió “a la ciudadanía y a la prensa que se encontraba en el Palacio de Justicia”.

INCIDENTES Después de escuchar la sentencia, tras cuatro horas de audiencia, Calvo se negó a entregarse a la Policía, alegando que apelará la decisión y que hasta que ese recurso se resuelva “no se lo puede detener”. 

El excívico recibió el apoyo de personas afines al Comité Cívico de Santa Cruz, quienes lo sacaron del Palacio de Justicia, lugar donde se desarrolló la audiencia.

Hubo varios incidentes y empujones entre las personas que rechazaron la determinación judicial y efectivos de la Policía.   

Los policías, según un reporte de El Deber, gasificaron a las personas que defendían a Calvo, dejándolas “con dificultad para respirar por la inhalación del químico”.

Tras algunos forcejeos, las personas lograron llevar a Calvo hasta las instalaciones del Comité Cívico, desde donde el excívico se dirigió a la opinión pública, ratificando su inocencia y señalando que se trata de una persecución por parte del Ejecutivo.

Por su parte, el primer vicepresidente del Comité pro Santa Cruz, Stello Cochamanidis, calificó la sentencia como un precedente “nefasto para la justicia del país” debido a que cuando ocurrieron los hechos, Calvo no se encontraba en el lugar de los hechos.

El caso data al 24 de septiembre de 2021, cuando durante los actos protocolares por la efeméride cruceña, la wiphala fue izada en medio de incidentes en uno de los mástiles de la plaza principal 24 de Septiembre.

Sin embargo, minutos después, fue retirada por un grupo de personas que rechazaba al símbolo patrio bajo el argumento de que “no los representaba” en Santa Cruz. 

Desde las instalaciones del Comité Cívico, Calvo reiteró anoche que no se siente representado por la wiphala e insistió en que no se encontraba presente la jornada en la que se izó esta bandera.

Finalmente, Calvo lamentó el accionar de la Policía, “porque no protege a la población”, pero más el de la justicia debido a que, según él, ha pactado con un partido político para perseguir a quienes reclaman por los derechos de la población.