El senador Oscar Ortiz hizo conocer que solicitó a las unidades de transparencia de los ministerios de Obras Publicas, Hidrocarburos y Defensa el inicio de auditorías a los contratos que firmaron esas carteras de estado durante la gestión del gobierno de Evo Morales para la ejecución de obras de envergadura.

El legislador señaló que esta solicitud se la hizo en gestiones anteriores con el fin de esclarecer cuales eran los convenios entre esas carteras de estado y la empresa “Cotienne” presuntamente de propiedad del empresario venezolano Carlos Gill y que se hubiera adjudicado millonarios contratos.

“Estoy presentando estas solicitudes a las unidades de transparencia de los tres ministerios para que puedan auditar estos procesos de contratación directa que superan los 7.000 millones de bolivianos y todos tienen un denominador común, que es favorecer a la empresa Cotienne de la cual el señor Carlos Gill empresario venezolano tan cercano a evo Morales y Alvaro García Linera declaró es propietario”, indicó.

Ortiz manifestó que se pide al ministerio de defensa mediante su unidad de transparencia pueda aclarar cuáles fueron las características del contrato para la compra e instalación de radares, el ministerio de hidrocarburos también deberá brindar información respecto a la instalación las plantas de regasificación y por último el caso de la adjudicación y contratación de la empresa  para la construcción del transporte por cable Mi Teleférico el mismo que fue suscrito con el ministerio de obras publicas.

A criterio de Ortiz estas tres carteras de Estado suscribieron contratos por más de 7.000 millones de bolivianos los cuales habrían beneficiado de manera directa a la empresa Cotienne mediante sub contratos para obras estatales.

El empresario Carlos Gill en una conferencia de prensa en la ciudad de Asunción en Paraguay  manifestó ser dueño de la empresa Cotienne en Bolivia, sin embargo, de acuerdo a informes de Fundempresa no existen registros a su nombre explicó el legislador por lo que teme que la misma esté operando con testaferros.

“Lo valioso de esa declaración es que es un indicio claro de que el señor Gill opera a través de lo que llamamos palos blancos porque si él declara ser propietario y después no aparece en los registros de Fundempresa, en términos jurídicos se llama a confesión de parte, relevo de prueba”, puntualizó el asambleísta.