Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Romero renuncia al TSE y en la oposición temen control del MAS

Fueron 17 meses, desde noviembre de 2019, en los que dirigió dos procesos electorales, en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19.
El presidente del TSE, Salvador Romero, al anunciar su renuncia. APG
El presidente del TSE, Salvador Romero, al anunciar su renuncia. APG
Romero renuncia al TSE y en la oposición temen control del MAS

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, anunció su renuncia a la presidencia y la vocalía de este órgano, lo que dejó una serie de reacciones, principalmente de la oposición, que teme un intento del Movimiento Al Socialismo (MAS) de tomar el control, así como un riesgo para la democracia.

En noviembre de 2019, hace 17 meses, fue designado por la entonces presidenta Jeanine Áñez para llevar adelante las Elecciones Generales de octubre de 2020, tras la anulación del proceso anterior por indicios de fraude, denunciados por la Organización de Estados Americanos (OEA). También digirió las elecciones subnacionales, en marzo de 2021, en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19.

En más de una ocasión reiteró que Bolivia afronta el proceso electoral más complejo de su historia y tuvo que sortear más de una dificultad para llevarlo adelante, sobre todo por las tres postergaciones que sufrió a raíz de la crisis sanitaria.

Tras oficializarse su renuncia, la vicepresidenta María Angélica Ruiz Vaca Diez tendría que sucederle en el cargo, sin embargo, la decisión está en manos del presidente Luis Arce.

SU DESPEDIDA

Romero, dijo que cierra una etapa personal y profesional “dejando un equipo listo para encarar nuevos desafíos, libres de ataduras, independiente de fuerzas políticas o fuerzas de grupo”.

“Me han pintado de todos los colores, atribuyéndome vínculos con organizaciones políticas, que cada una sabe no tengo con ellas, sino con la elección transparente como eje vital de la democracia. He escuchado acusaciones disparatadas, temerarias y antagónicas, como si no ser de un campo me convirtiera en miembro del otro campo. En vez de acumular rencor opte por no responder, olvidar el nombre de los detractores, las noticias falsas y el contenido de los anónimos que han circulado por las redes sociales, para concentrarme en el trabajo que importaba, entregar a Bolivia resultados legales y legítimos para la presidencia, asamblea, gobernaciones, alcaldías y concejos”, afirmó en una carta.

Dijo también que valió la pena el sacrificio, pensando en el bien superior de unas elecciones justas, pese a los ataques, insultos y provocaciones que no le impidieron mantener el equilibrio y la mesura.

Romero reconoció, asimismo, que cometió errores y metas que no logró alcanzar, pero aseguró que “sobre mis hierros e insuficiencias conserve las convicciones democráticas, actué con imparcialidad, mire los derechos y ello más allá de la esfera electoral”.

De la misma manera, destacó que los procesos electorales desarrollados por el TSE bajo su presidencia transcurrieron en paz, los resultados fueron aceptados por los contrincantes y la sociedad civil y, sobre todo, los resultados reflejaron la voluntad del pueblo.

Empero, advirtió que la democracia no inicia ni termina con un proceso electoral y llamó a seguir defendiendo ese concepto en todo momento.

REACCIONES

La renuncia fue una sorpresa para la oposición que ve con temor lo que pueda suceder si el MAS toma el control del órgano electoral.

El expresidente del Estado y líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, fue el primero en pronunciarse a través de su cuenta de Twitter. 

“Lamento mucho la renuncia de Salvador Romero al TSE. Pese a la presión y las dificultades, condujo con idoneidad las elecciones nacionales y subnacionales. Nuevamente se cierne el riesgo de que el MAS controle el OEP y la democracia se siga debilitando”, escribió.

El empresario Samuel Doria Medina advirtió que se deja el poder electoral en manos del MAS.

“Es una mala noticia para la democracia. Debemos trabajar unidos para que el MAS respete la democracia y no acapare todo el poder”.

El expresidente Evo Morales dijo que su renuncia es una “prueba inobjetable de que nunca hubo fraude”.

“Al comprobar que la verdad y la búsqueda de justicia se acercan a autores y cómplices del golpe, deja el cargo para deslindar cualquier responsabilidad. Se va el vocal del gobierno de facto de Áñez”.