La Red Internacional de Bolivianos en el Exterior (RIBE) señaló que en Bolivia 

no se dio un golpe de Estado como denunció el presidente renunciante Evo Morales, y acusó al Movimiento Al Socialismo (MAS) del ser el responsable de los actos vandálicos desatados en cuatro regiones del país.

"Ante versiones generadas por (Evo) Morales y su gente, que se las difunde a nivel internacional, en sentido de que se hubiera producido un golpe de Estado en Bolivia, necesitamos que a la comunidad internacional le quede claro que no se ha dado un golpe de Estado en nuestro país", señala el comunicado de la RIBE. 

El domingo por la tarde, Morales presentó su renuncia a la Presidencia de Bolivia en medio de una crisis política y convulsión social que exigió su dimisión tras las irregularidades y fraude en las Elecciones Generales del 20 de octubre. 

"Estoy renunciando, justamente para que mis hermanos, dirigentes, autoridades del MAS no sean hostigados, perseguidos y amenazados", manifestó Morales en un video difundido por el canal Estatal.

Tras la renuncia del mandatario, grupos afines a su partido y desconocidos iniciaron una escalada de ataques a casas de políticos de oposición, a bienes públicos y saqueos a negocios. La alarma cundió en la población que por miedo a ataques se mantuvo en vigilia y armada de garrotes durante toda la noche.

Denunciamos ante el mundo "que, tras la renuncia verbal hecha por Evo Morales y Álvaro García Linera, aun no presentada formalmente a la Asamblea Nacional, en las ciudades de La Paz, Cochabamba, El Alto y Santa Cruz se ha desatado una ola de actos vandálicos, de los cuales es responsable el Movimiento Al Socialismo (MAS) y las autoridades que aún no han renunciado y que están detrás incitando a la violencia". 

El comunicado señala que se está sembrando un "clima de terror" con fines aún desconocidos, destruyendo la propiedad pública y asaltando y quemando propiedades privadas. "Y como un hecho inconcebible y sin precedente, asaltando y quemando hospitales", se lee en la nota.

La RIBE pide a países amigos y organismos internacionales "se solidaricen con el pueblo boliviano y actúen decididamente y de forma urgente para pacificar el país y ayudar a salvar su democracia, puesta en peligro por las ambiciones de poder del Gobierno de Morales".

Ante la renuncia de Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera, la Presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, y el Presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, Bolivia se encamina, por vías constitucionales, a elegir un gobierno transitorio, que convoque inmediatamente a nuevas elecciones.