El viceministro de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, Guido Gustavo Melgar, aclaró anoche que la presidenta del Senado, Eva Copa, no visitó a tres de los acusados por el presunto sobreprecio en la compra de los 170 respiradores, tal como lo denunció horas antes en un programa de televisión.

En una entrevista en el programa “Primero la Verdad”, emitido por canal estatal BoliviaTv, Melgar acusó ayer a Copa de visitar, en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, a tres de los acusados y aseguró que detrás del caso de corrupción estaría el MAS.

Sin embargo, horas después emitió una aclaración publicada en redes sociales, en la que indica que “la información que expresé no es correcta, ya que no se registra la visita a las personas involucradas en el mencionado caso”.

Horas antes, Copa advirtió al viceministro Melgar con un proceso por difamación si prueba su denuncia de una supuesta visita de la autoridad legislativa a los aprehendidos por el caso respiradores españoles, quienes se encontraban en celdas judiciales mientras esperaban su audiencia cautelar.

 “Desmiento categóricamente que mi persona se hubiese acercado a implicados en hechos de corrupción. Emplazo al viceministro Melgar a demostrar con pruebas su afirmación, caso contrario asumiré las medidas pertinentes en busca de que esta infamia en mi contra sea sancionada”, escribió en su cuenta de twitter, según una nota citada por ERBOL.

Dijo que la jornada de este sábado y domingo estuvo en la ciudad de El Alto, por lo cual considera una mentira la afirmación del Viceministro de Transparencia, quien estuvo haciendo seguimiento a la audiencia cautelar de los imputados.

La senadora considera que el caso de los respiradores es un tema muy delicado por lo que no existe  intención de perjudicar ninguna investigación y pidió dejar que la justicia actúe en apego a la Constitución y la normativa vigente.

La Asamblea Legislativa tiene en agenda el trabajo de conformar este lunes una comisión especial mixta de investigación al proceso de compra de los 170 respiradores que fueron rechazados por los médicos para el tratamiento en unidades de terapia intensivas porque no son aptos para asistir a los enfermos críticos de coronavirus.