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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Dos politólogos ven viable realizar elecciones en tiempos de coronavirus

Habilitar coliseos en lugar de colegios, realizar los comicios en varios días y dividir por grupos de votantes, habilitar el voto por correo son algunas de las sugerencias de Jorge Richter y Ana Velasco en el análisis de los retos del Órgano Electoral Plurinacional en las elecciones.
Dos politólogos ven viable realizar elecciones en tiempos de coronavirus

Los politólogos Jorge Richter y Ana Velasco coincidieron en señalar que es factible desarrollar elecciones generales en Bolivia. Plantean que sea asincrónico, ampliar las horas de votación, dividir a los electores, activar estrictas medidas de seguridad, buscar recintos más amplios que un colegio, sin plazos ni presiones, pero sobre todo firmando un pacto político para recuperar la credibilidad en la democracia y la institucionalidad.

Richter y Velasco analizaron en un webinar los desafíos que afronta el Órgano Electoral Plurinacional, OEP, en las elecciones generales 2020 en tiempos de coronavirus, a invitación del Tribunal Electoral Departamental. 

Velasco señaló que es importante trabajar en tomar todas las medidas sanitarias para los votantes a fin de que puedan cumplir con su derecho democrático. “No hay por qué hacer renunciar a los ciudadanos a su derecho a ejercer el voto por motivo de su salud. El Órgano Electoral Plurinacional debe hacer que ambos derechos marchen juntos”. 

También señaló que la fecha de las elecciones no pueden responder a plazos o presiones, pero sí a la necesidad de que se efectivice el voto. 

Vio que una de las complicaciones podría ser la selección de jurados electorales que es computarizado y sin considerar que entre los seleccionados podrían estar adultos mayores y personas con enfermedades de base. “Seguramente el sistema informático podría depurar a los mayores de 50 años, ¿pero cómo se llega a los que tienen hipertensión, diabetes y otros males”.

Agregó: “El país necesita certezas políticas, se puede llevar adelante una elección, pero los pactos políticos tienen que ser sólidos, para que la salud de la democracia esté estable”. 

Aseguró que no puede haber presiones ni plazos. “Con elecciones prontas posiblemente el Tribunal Electoral no pueda dar certeza y la desconfianza va a reinar, llevar a baja participación y la gente preferirá pagar multas a arriesgar su salud y eso significa baja legitimidad. Si la convocatoria es muy tarde conducirá a conflicto social. “Tampoco se puede esperar a que llegue la vacuna”. 

Admitió que estas elecciones llevará más tiempo desarrollarlas. No es levantar la pausa y todo vuelve a la normalidad. En realidad todo ha cambiado y hay que aprender a vivir incluso con el virus por mucho tiempo.

“Los jurados podrán ser capacitados vía online, en horarios diferentes, habilitar los correos”, sugiere.

Richter señaló por su lado que es necesario continuar con el proceso eleccionario y que se debe enfrentar retos: salvaguardar a los bolivianos. “Distintos órganos electorales han trabajado sobre el desarrollo de protocolos de bioseguridad para precautelar la salud de las personas”; salvaguardar la salud institucional. La población debe creer en el Órgano Electoral Plurinacional como instancia que desarrolle las elecciones nacionales dando certeza política. “Se debe defender la institucionalidad porque al elegir un gobierno le estamos dando legitimidad a su mandato y un liderazgo fuerte con posibilidad de encarar la crisis económica, política y social”.  

Respecto a cómo se desarrollaría las elecciones Richter dijo que se podría realizar en tres días. “Por decir, la primera jornada asisten a votar las personas con cierto grado de riesgo: embarazadas, adultos mayores, enfermos; la segunda, las mujeres; el tercer día, los hombres”.

La maleta electoral debe añadir barbijos, guantes desechables y otros implementos de seguridad, las mesas con espacios más ampliados y separados para cada jurado, habilitar lavamanos, desinfectar las casetas cada tres horas.

También se puede habilitar horarios y recintos diferenciados y no solo los colegios, sino buscar coliseos, canchas de manera de mantener la distancia física entre todos, otorgando en cada mesa material de seguridad.  

Señaló también que la presencia del COVID-19 no se extinguirá en los próximos días de forma natural. Se puede contratar expertos que digan cuándo se aplanará la curva de los contagios.

EXPERIENCIAS Velasco compartió la experiencia de dos elecciones realizadas durante la crisis sanitaria mundial. En Corea del Sur y en Wisconsin (Estados Unidos) hubo comicios.

En Corea del Sur, país soberano de Asia Oriental en la parte sur de la península de Corea y con una población de 56 millones de personas, realizó elecciones nacionales el 15 de abril elecciones.

El proceso fue asincrónico. Un fin de semana antes ya se abrió la votación para personas que debido a la enfermedad no podrían asistir a las urnas. 

El día de las elecciones se abrieron temprano las mesas electorales. La jornada se dividió  en dos partes.  La extraordinaria jornada se desarrolló entre mascarillas y enormes medidas de precaución en los 14.330 colegios electorales, que habían abierto a las seis de la mañana y permanecieron accesibles al público en general hasta las seis de la tarde. Después fue el turno de los 13.000 votantes en cuarentena —de un total de 50.000 confinados— que habían solicitado ejercer su derecho, y a los que se permitió desplazarse a sus respectivos centros, con un plazo de una hora para regresar a casa.

En las mesas se construyeron cabinas específicas a donde ingresaron previa toma de temperatura. “Si la temperatura era muy alta se los derivaba a una cabina especial para que de todas formas ejerzan su derecho al voto y luego eran atendidas”.

La tasa de mortalidad es 0.6% y se realizan 20.000 pruebas de laboratorio diarios.

También se habilitó el voto a partir del correo.

La votación en Wisconsin, uno de los 50 estados que, junto con Washington D. C., forman los Estados Unidos de América, desarrolló elecciones en mayo. El voto fue por correo y aunque hubo   enfrentamiento, los votantes asistieron a las urnas. Muchas mesas electorales no se pudieron abrir.  En algunos lugares se instalaron pantallas de plástico transparente entre votantes y empleados electorales, que llevaban mascarillas y guantes. La Guardia Nacional se ocupó de desinfectar regularmente las mesas y máquinas para votar.