Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 09:38

Policía frente a presión por motín y pedido de renuncia de Aguilera

El comandante Jhonny Aguilera denuncia “golpe suave”, “oscuras intenciones” y “guerra híbrida”. En su aniversario 196 piden cumplir con cuatro retos para cambiar su imagen.
Actos de celebración de la Policía en su aniversario. APG
Actos de celebración de la Policía en su aniversario. APG
Policía frente a presión por motín y pedido de renuncia de Aguilera

En su 196 aniversario de creación, la Policía Boliviana enfrenta la presión por sancionar a quienes participaron del “motín de 2019” y, de esta manera “cerrar las heridas”, pero también hay voces desde el Movimiento Al Socialismo (MAS) que piden la renuncia de su comandante, Jhonny Aguilera, tras los últimos hechos referidos a delitos y la muerte de dos policías y un voluntario de Gacip.

La Policía se creó el 24 de junio de 1826 mediante ley con la misión de defensa de la sociedad y laconservación del orden, en cumplimiento de las leyes. 

El presidente, Luis Arce, durante el acto de celebración, en La Paz, se refirió a cuatro misiones que tiene la institución verde olivo, en el marco de una nueva reforma estructural que emprende, para cambiar su imagen.

Son casi 40 mil policías que deben recuperar la confianza de la población, seguir la lucha contra los delitos “caiga quien caiga”, demostrar que dejaron atrás las “viejas prácticas” y consolidar la reforma.

El Primer Mandatario, citado por ERBOL, pidió “cerrar las heridas producidas en el año 2019 después de la “insubordinación y la indisciplina que empujaron a unos malos oficiales a ser cómplices de un golpe de Estado propiciando motines en contra el orden constitucional en el país”.

Consideró que lo ocurrido con el amotinamiento de 2019 es un “delito flagrante que debe ser también sujeto a su respectiva sanción”.

Por otro lado, Aguilera, denunció “oscuras intenciones”, además de una “guerra híbrida” y “golpe suave”, debido a los pedidos de renuncia en su contra que se generaron desde la Asamblea Legislativa. 

Anteriormente, el jefe de la bancada del MAS, Gualberto Arispe, sugirió el cambio de Aguilera tras los escándalos de corrupción que involucraron a efectivos del orden.

Para el jefe policial, existe una “mala intención” e “intenciones indudablemente oscuras” que pretenden debilitar a la fuerza policial. 

“Lo que hacen es lo que nosotros denominado la guerra hibrida, la revolución de colores o el golpe suave. Varias cosas que pretenden desestabilizar a una fuerza policial que ha demostrado más eficiencia que nunca, más rapidez, más acción y sobre todo mayor compromiso”, dijo.

 También pidió a los uniformados no caer ante las “injurias y calumnias” de quienes quieren implicar a la institución en hechos delictivos y denostar su trabajo.

Reconoció que para enfrentar estas amenazas debe haber una modernización de lainstitución y prometió un trabajo en esa línea.

LA SITUACIÓN

Para Arce, la Policía avanzó en la lucha contra el narcotráfico, la violencia a los niños y los feminicios, entre otros delitos.

“La lucha frontal contra la delincuencia, e incluso aquella de cuello blanco, es la mejor manera de lograr que el pueblo boliviano recupere la confianza en su Policía”, sostuvo al referirse a la oposición política “troglodita” e “irresponsable”. 

Advirtió que son cómplices de delitos con los cuales lucha la Policía y recordó que fueron quienes obstaculizaron una norma de investigación de fortunas ilícitas. 

A su vez, explicó que “persisten algunos malos policías que ensucian el uniforme con intereses personales y foráneos”, por lo que es necesario una reforma policial estructural, que ya comenzó con la Ley 1387 de Carrera de Generales y Ascensos y continuará con todo un paquete de leyes “para dignificar a la institución otorgándole la jerarquía que se merece”. 

Hace uos meses el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, explicó que una norma en curso es el plan de carrera policial y le siguen la ley de evaluación y desempeño y también la ley de régimen disciplinario.

“Que no solo ingrese a los libros de la historia, sino también que demuestre a la población (la Policía) que está cambiando y que está eliminando a los malos elementos que aún se encuentran en sus filas y que se van a desterrar las viejas prácticas”, instó.

Agregó que son muy pocos los policías involucrados en actos delictivos como el narcotráfico y la corrupción, pero generan una mala imagen de la institución.