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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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SALUD MATERNA Y COVID-19 EN BOLIVIA

En el país, 51 mujeres embarazadas dieron positivo y cinco murieron

Existen protocolos de atención y recomendaciones. En los hospitales trabajan con los insumos y equipamiento que tienen. Las bajas en el personal de salud y el colapso son parte de los problemas.
Fotografía ilustrativa de una mujer embarazada con COVID-19. Imagen: OPINIÓN
Fotografía ilustrativa de una mujer embarazada con COVID-19. Imagen: OPINIÓN
En el país, 51 mujeres embarazadas dieron positivo y cinco murieron

En Bolivia, los casos reportados de mujeres embarazadas que murieron y que tenían coronavirus, COVID-19, todavía se cuentan con los dedos de las manos.

Una joven de 20 años dio a luz a una niña en Cochabamba, a fines de mayo, en plena pandemia; luego, la madre murió. Sus familiares rechazaron que ella haya tenido coronavirus, COVID-19. Pero, las pruebas lo confirmaron después, según el Servicio Departamental de Salud (SEDES). A la recién nacida no se le hicieron los exámenes de laboratorio. Este es uno de los casos.

En el país se registraron 51 pacientes embarazadas que dieron positivo al virus, y murieron cinco, de acuerdo con los registros oficiales del Ministerio de Salud al 25 de junio de este 2020.

La pandemia del coronavirus llegó al país en la primera quincena de marzo. En cuatro meses las cifras de casos positivos se multiplicaron; y en la actualidad, se cuentan por miles diariamente. Según el oficial de salud del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Alberto Castro, entre los grupos más vulnerables y en mayor riesgo de contagio están las personas con discapacidad, indígenas, migrantes, personas privadas de libertad, adolescentes y mujeres. En este último están las mujeres gestantes.

En los distintos establecimientos de salud del país, los médicos y demás personal a cargo atienden a las pacientes embarazadas, que además dieron positivo a COVID-19, con los especialistas con los que cuentan, con los insumos que tienen a mano, e implementando los protocolos determinados por el Ministerio de Salud.

Sin embargo, no todo está dicho en torno a las mujeres embarazadas y el coronavirus, y cada caso aporta a los estudios médicos en el país, como en el Hospital del Norte en El Alto, La Paz, donde el primer caso fue registrado en detalle en un documento elaborado por los profesionales.

El responsable de Salud Materna del Ministerio de Salud, Franco Espada, informó a principios de julio que, hasta el 25 de junio, en todo Bolivia se registraron 51 mujeres embarazas y en puerperio, nueve son de Beni, una de Chuquisaca, seis de Cochabamba, dos de La Paz, siete de Oruro, 16 de Pando, ocho en Santa Cruz y dos en Tarija; no hubo ninguna en Potosí.

Espada manifestó que también se registraron cinco muertes maternas reportadas con diagnóstico de COVID-19 a través de las pruebas. Se trató de una en Cochabamba, una en Oruro, una en Pando y dos en Santa Cruz.

Sin embargo, los casos de mujeres que superan la enfermedad y tienen niños sanos son más que los que registran muerte materna.

Las experiencias e historias detrás de las cifras

Los primeros casos, principalmente, de mujeres embarazadas que dieron positivo a la COVID-19 son los que permiten ampliar los estudios del comportamiento del virus en el país. Sin embargo, las experiencias se dan también en medio de dificultades.

COCHABAMBA

El SEDES de Cochabamba informó el 3 de junio sobre la muerte de cuatro personas con COVID-19, y entre ellas incluyó a la joven madre que dio a luz en uno de los hospitales de la ciudad. Aquel día informaron que la recién nacida estaba estable.

Los familiares, quienes pidieron no dar datos suyos, se opusieron a practicarle las pruebas a la pequeña. En días recientes, ellos manifestaron que ella “está bien, sanita”.

Autoridades de su zona y personal de salud informaron que, aunque se intentó hacer seguimiento al entorno de la mamá, no lo consiguieron. También expresaron que los familiares se encuentran bien de salud.

Luego de que se registró la muerte de la joven, las autoridades consiguieron que al menos se firme un acta en el que la familia se comprometía a cumplir aislamiento. La familia cumplió, aunque no cree en la enfermedad.

No hubo otros casos de muerte en el departamento hasta principios de julio, según los reportes oficiales-

A principios de mayo, nació otra bebé, en el hospital Solomon Klein en Sacaba, Cochabamba. Su madre tenía coronavirus. En abril ella y toda su familia dieron positivo a la COVID-19, y todos fueron internados en ese hospital. El papá fue el primero en recibir el alta. La madre temía contagiar a la reciñen nacida. Sin embargo, la pequeña dio negativo al virus.

Otros niños, cuyas madres también estaban infectadas, tampoco se contagiaron, y nacieron sanos.

Personal de salud controla la temperatura a una mujer al ingreso al hospital materno infantil Germán Urquidi, en Cochabamba. NOÉ PORTUGAL

Todavía se realizan estudios sobre los casos de mujeres embarazadas. En semanas recientes, desde el SEDES expresaron que, de acuerdo a una de las investigaciones, el virus no pasaría la barrera placentaria, pero sí los anticuerpos de la madre al bebé.

Las mujeres embarazadas que tienen COVID-19 son aisladas de sus bebés en cuanto dan a luz, para evitar el contagio al recién nacido.

El ginecólogo obstetra Remy Uriona informó que en la Caja Nacional de Salud (CNS) atendieron a algunas mujeres que dieron positivo a COVID-19.

Explicó que los conocimientos previos que se tenían sobre la pandemia y el manejo del coronavirus estaban basados en las experiencias de diferentes países. “Era difícil decir cuál sería el protocolo oficial”.

El médico manifestó que existen estudios que demuestran que las mujeres embarazadas tienen “un poco de mejor resistencia” al coronavirus, que otras personas. Pero, “son conceptos que son muy cambiantes de un día a otro”.

En los protocolos de atención a mujeres embarazadas se incluyó la aplicación de las pruebas rápidas, además de doblegar o triplicar esfuerzos en lo referido a la bioseguridad.

Personal médico atiende a un paciente con sospecha de coronavirus. DICO SOLÍS

De acuerdo con la información proporcionada por médicos de seguros sociales, cuando nacen los bebés de madres con coronavirus se los aísla de las mamás a quienes también trasladan a salas especiales, para que no estén en contacto con otras pacientes.

En la Caja Nacional de Salud no hubo casos delicados ni tampoco nacieron niños con COVID-19.

En clínicas privadas de Cochabamba se cambiaron algunas formas de atención. Existen brigadas médicas que realizan atención a domicilio.

El costo es mayor.

Se trata de médicos que se organizaron para brindar este servicio. Se conoció que atienden a mujeres embarazadas que dieron positivo a coronavirus en sus casas. Los partos se realizan en los establecimientos privados con todas las medidas de bioseguridad necesarias.

EL ALTO, LA PAZ

El 19 de abril, en La Paz, una mujer dio a luz a un bebé sin contagiarle el virus.

El actual director del SEDES de La Paz y exdirector del hospital del Norte de El Alto, Ramiro Narváez Fernández, informó que en ese establecimiento de salud atendieron dos casos de mujeres embarazadas infectadas con COVID-19 y que en ambos casos los niños nacieron sanos.

“Hemos establecido que no hay transmisión vertical de la madre al niño. En los dos casos, los niños eran negativos”.Personal de salud entrega presentes a una madre que llegó con sospecha de coronavirus. HOSPITAL DEL NORTE

En principio, los recién nacidos fueron aislados de las madres, hasta tomarles las muestras.

“Luego, con las condiciones de bioseguridad hemos hecho el apego y la lactancia materna, y los dos salieron con sus mamás”, dijo Narváez.

Se hizo la lactancia sin problema de contagio a los pequeños.

En el primer caso, la niña nació prematura. Ella y su madre estuvieron internadas durante casi un mes en terapia intermedia. Fueron dadas de alta el 14 de mayo, “luego de haber vencido la batalla”.

En el Hospital del Norte se difunde la revista “Imaraña”, cuyo director es Antonio Viruez Soto, quien junto a otros médicos expuso la experiencia de este primer caso en El Alto.

La paciente de 21 años, comerciante, tenía un familiar con COVID-19. Fue diagnosticada con el virus el 13 de abril y el 18 de abril fue referida del centro de salud de Patacamaya al Hospital del Norte en El Alto, donde le hicieron una cesárea al día siguiente. La recién nacida pesó 2,460 kilos.

La entrada principal al Hospital del Norte de El Alto, en La Paz. OPINIÓN

Al tratarse de una paciente con coronavirus, tuvo seguimiento detallado. El 11 de mayo se conocieron los reportes de que había superado la infección. La niña no se contagió, dio negativo en las pruebas.

Los médicos debatieron el tema y expusieron que “hasta el momento no existe evidencia que sugiera que la infección materna en el tercer trimestre del embarazo pueda llevar a resultados adversos en neonatos”.

Una semana después del alta de esta paciente, se reportó en el mismo hospital, el 21 de mayo, el caso de una mujer embarazada con sospecha de COVID-19; cuatro días después fue dada de alta junto a su bebé varón.

PANDO

En Pando, se practicó con éxito, el 15 de julio, la primera cesárea a una mujer que dio positivo a la COVID-19. Nació una niña.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud, en el departamento de Pando se reportaron 16 casos de mujeres embarazadas que dieron positivo al coronavirus, una murió.

Los casos tienen seguimiento del SEDES.

Este primer nacimiento se dio en el hospital de tercer nivel Dr. Hernán Messuti Ribera de Pando.El director de ese establecimiento de salud, Nahum Vásquez, informó que la madre tiene entre 30 y 35 años.

El quirófano COVID-19 del hospital Dr. Hernán Messuti Ribera de Pando. SEDES PANDO

Detalló que, considerando las medidas necesarias, implementaron primero el “quirófano COVID-19”. Hicieron las gestiones correspondientes para conformar el equipo de especialistas, anestesiólogos, médicos, ginecólogos, licenciadas en enfermería, auxiliares y personal de apoyo.

“Salió con éxito la intervención quirúrgica (…). De acuerdo con las estadísticas que nos dan, no hay contagio, esperemos que no dé positivo la niña”.

El médico mencionó el antecedente de un recién nacido que fue referido de otro establecimiento al servicio de Neonatología del hospital, y fue dado de alta con resultado de laboratorio de COVID.19 negativo.

En días recientes, en el hospital COVID-19 había ingresadas otras cinco mujeres embarazadas que dieron positivo al virus.

La tarde del 16 de julio, se hizo la segunda cesárea; la intervención también tuvo resultados positivos, según los profesionales médicos.

El Director manifestó que hacen las gestiones respectivas para que puedan contar con mayor cantidad de insumos para garantizar la atención adecuada de las pacientes.

SANTA CRUZ

El 8 de abril se registró el fallecimiento de una mujer embarazada de 36 años, quien tenía coronavirus. Fue el primer caso de muerte en Montero, Santa Cruz.

De acuerdo con la publicación de ERBOL, la mujer tenía 25 semanas de gestación. La paciente se encontraba clínicamente bien, pero su situación se complicó.

Hubo un segundo caso con muerte en Santa Cruz.

Los protocolos y el colapso en los centros centinela

El Ministerio de Salud elaboró el “Protocolo de Manejo de la Mujer Embarazada y Coronavirus (COVID-19)”, cuya última actualización se realizó en mayo.

Considerando la pandemia mundial del coronavirus, el documento hace referencia al triage y a toda la atención que requiere una mujer embarazada, aquella que tenga sospecha de la infección o los casos en los que el contagio ya está confirmado.

El protocolo establece pasos, sin embargo, el colapso en los centros de médicos en Cochabamba, como en otros departamentos de Bolivia complica las labores.

El protocolo determina que en los servicios de salud de primer nivel se debe realizar el con control prenatal habitual o de rutina; pero, además el personal de salud debe indagar sobre fiebre, tos seca, cansancio, expectoración, mialgia, cefalea y síntomas gastrointestinales.

Si se identifica un posible caso sospechoso, se debe derivar a la paciente a un hospital de segundo o tercer nivel.

Si la paciente es atendida en el sector privado, los casos sospechosos o confirmados también deben ser referidos a un hospital de segundo o tercer nivel, ya sea de asistencia pública, seguro social o clínica privada con capacidad para la atención de coronavirus.

Para atender los casos sospechosos, el personal de salud debe contar con los insumos e indumentaria respectivos. La gestante debe ser trasladada a una sala de aislamiento y hospitalización. Se le debe realizar el hisopado nasofaríngeo para la prueba PCR para CPVID-19. De acuerdo con el cuadro clínica, se definen las acciones siguientes.

 

Todas las pacientes embarazadas que hayan dado positivo a coronavirus deben ser referidas a un hospital COVID-19. En esos casos, “no debe demorar la atención y el manejo obstétrico”.

Si la situación de la mujer empeora, deberá ingresar a la unidad de terapia intensiva, a la cabeza de Medicina Crítica.

En el puerperio, de acuerdo con el Protocolo, es posible que exista una transmisión transversal madre/neonato; sin embargo, “aún faltan estudios”.

“Si la condición materna es de gravedad, es recomendable la separación. No hay evidencia de contagio a través de leche materna”.

Pero, cumplir con la atención requerida por las mujeres embarazadas y el resto de los pacientes, tropieza con el colapso de los sistemas de salud debido a la crecida de casos confirmados de coronavirus.

En Cochabamba, ya hace más de un mes que esta situación causó alarma. En los hospitales centinela Viedma, Hospital del Sur y Solomon Klein (en Sacaba), registraron bajas en personal médico y de otras áreas por contagio del virus. A eso se agregó que los establecimientos de salud se llenaron al punto de no contar con espacios en las unidades de cuidados intensivos, donde ingresan los pacientes más críticos para utilizar respiradores.

Los hospitales llegaron al tope, y el personal también protestó por las carencias, entre la falta de insumos y los equipos de bioseguridad.

A principios de julio, similares situaciones presentaron los hospitales de El Alto, en La Paz.

Entretanto, en distintos departamentos del país, continúan sin ejecutarse planes contra la pandemia.

El Gobierno dice que busca garantizar el acceso a servicio

El Responsable de Salud Materna del Ministerio de Salud explicó que desde hace más de un mes se elaboró un plan nacional de contingencia de salud materno neonatal en el contexto COVID-19 y en el marco de los derechos sexuales y reproductivos.

Dijo que el objetivo es garantizar a las mujeres embarazadas el acceso a los servicios, considerando la pandemia del coronavirus.

Describió que, entre las líneas de acción, el Ministerio cuenta con un mapeo de integración de base de datos obtenido a través del bono Juana Azurduy y el Sistema único de Salud (SUS). También desarrollan un sistema de teleconsulta y se prevé comenzar en El Alto (La Paz).

Entre los avances mencionó la adquisición de insumos, además de la disposición de recursos humanos entre enfermeras y auxiliares.

Espada acotó que se disponen equipos (termómetros, oxímetros, tensiómetros y otros) para la atención de las pacientes.

Mortalidad materna y otras pandemias

La asesora regional de Salud Sexual y Reproductiva del UNFPA, Virginia Camacho, recordó otras pandemias de este siglo.

En la pandemia del virus de Influenza H1N1 (2009) hubo un aumento de muerte materna de 5%. Cuando hubo la pandemia del coronavirus SARS (2002 - 2003) y MERS (2012), dijo Camacho, se demostró mayor letalidad en mujeres gestantes. “Sin embargo, hasta hoy no se ha podido identificar si ha habido mayor riesgo de mortalidad en gestantes con relación a la población en general”.

Expresó que lo que sí se ha notado en la región, en la actualidad, es el incremento de casos confirmados de mujeres embarazadas, “y los países están reportando muertes maternas y directas relacionadas con COVID-19”.

Mujeres en el ingreso al materno infantil Germán Urquidi. NOÉ PORTUGAL.jpg

Basada en el perfil de la región y citando a The Lancet Global Health de mayo de 2020, una revista médica británica, explicó que si hubiera reducción de cobertura de salud las muertes maternas aumentarían entre un 9% y un 39%, dependiendo de los escenarios e índices de reducción de esa cobertura.

Resaltó que recolectar datos clínicos es clave para identificar cómo esta infección afecta a las embarazadas y a los recién nacidos.

En la revista científica “Imaraña” del hospital del Norte de El Alto se recordó que la pandemia del SARS presentó una alta demanda de ventilación mecánica en pacientes obstétricas con mortalidad de hasta un 25% en ese grupo, por lo que esta población es considerada vulnerable.

Los médicos del Hospital del Norte manifestaron que resulta indiscutible que el manejo de la paciente y el recién nacido requiere un equipo multidisciplinario que incluye especialidades de ginecología y obstetricia, neonatología, anestesiología, neumología, medicina crítica y terapia intensiva, medicina interna, además de personal de enfermería y paramédicos que incluyen bioquímicos, camilleros, personal de limpieza y también personal administrativo, todos debidamente capacitados en bioseguridad para atender los casos de embarazadas con coronavirus.

El registro de casos en Bolivia es menor que en otros países de América Latina

No en todos los países existen datos de los sistemas de vigilancia epidemiológica sobre muerte materna relacionada con el coronavirus en América Latina y El Caribe.

De acuerdo con los registros del Ministerio de Salud en Bolivia, hubo cinco casos en todo el país hasta fines de junio, cifra mucho menor en comparación con otros países de la región.

La asesora regional de Salud Sexual y Reproductiva del UNFPA, Virginia Camacho, detalló que, en Brasil, hasta la semana epidemiológica 21 desde que apareció la pandemia, se reportaron 484 casos de mujeres embarazadas infectadas con COVID-19 y 36 muertes relacionadas con el coronavirus.

En Perú, hasta la semana epidemiológica 25 (16 de junio), hubo 2.320 casos de mujeres embarazadas que dieron positivo a la COVID-19 y registraron 15 muertes maternas en ese país.

Entretanto, en México, hasta la semana 26, tuvieron 1.312 casos confirmados y 58 muertes maternas relacionadas con COVID-19, además de 19 adicionales “probables”.

“Ya se está viendo el efecto en la región. A pesar de que existe un subregistro importante y una subenumeración de casos y mala clasificación de casos, porque en algunos países se están clasificando casos de muertes maternas por infecciones respiratorias y no colocan COVID-19 como causa básica de muerte”, sostuvo Camacho.

Lamentó que en la región en medio de la pandemia haya interrupción de servicios, restricción por horarios y personal de salud, entre otros.

 

“Lo que hemos aprendido de las pandemias es que exacerban las desigualdades de género para las mujeres y niñas; y eso puede tener un impacto importante en el acceso a la atención y los tratamientos. Requieren una atención esencial”.

Acotó que la pandemia demuestra que hay resultados adversos en salud sexual y reproductiva, y entre ellos está que hay un acceso limitado a los cuidados de salud materna, planificación familiar, temas relacionados al VIH y otros, además del desvío de personal y equipos de esta área de salud para cumplir otras necesidades en la atención del coronavirus.