Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Músicos en La Paz marchan y piden a las autoridades autoricen su retorno a los escenarios

Las personas ligadas al mundo artístico musical piden retornar a la normalidad como lo están haciendo otras actividades. Los organizadores de eventos presentaron en La Paz propuestas que toman en cuenta las medidas de bioseguridad.
Una vista de la marcha que se realizó el jueves en La Paz. PETER LUNA
Una vista de la marcha que se realizó el jueves en La Paz. PETER LUNA
Músicos en La Paz marchan y piden a las autoridades autoricen su retorno a los escenarios

La semana pasada músicos de diferentes géneros, técnicos y ayudantes, entre otras personas ligadas a la actividad musical marcharon por el centro de la sede de gobierno en demanda de que las autoridades den curso a su retorno a los escenarios, además de la reactivación del Ministerio de Culturas.

A convocatoria de la Coordinadora Departamental de Artistas Músicos de La Paz y El Alto, decenas de personas realizaron una protesta pacífica. Junior Patzi representante de las bandas de música del departamento dijo que la suspensión de festividades patronales provocó grandes pérdidas económicas para los afiliados a esa organización.

Desde el mes de marzo, cuando el gobierno de transición determinó aplicar restricciones por la pandemia del coronavirus, miles de familias dejaron de obtener ingresos por la actividad musical.

No solo son los músicos los perjudicados, sino también están las empresas de sonido que generan empleo para muchas personas, gastrónomos, transportistas, propietarios de salones de fiestas, grupos de seguridad, organizadores de eventos, cotillones y otros relacionados a la actividad artístico musical.

Tras la marcha del pasado jueves por el centro paceño, los músicos realizaron un cabildo en plaza san Francisco donde aprobaron cuatro puntos que serán enviados al gobierno para su consideración. Entre ellos está la reactivación del sector artístico cultural folclórico para volver a trabajar, control migratorio a grupos extranjeros, especialmente con artistas del vecino país Perú toda vez que en ese territorio se cancelaron actividades hasta junio de 2021 y se teme que ingresen a suelo boliviano para avasallar la actividad.

El tercer punto de su pliego petitorio se refiere al restablecimiento y restitución del Ministerio de Culturas en todas sus funciones y cuarto, la designación por competencia de un ministro de esa cartera relacionado al área artístico cultural, pero que no responda a ningún partido político.

En vista de que ya se tiene un nuevo gobierno electo, la demanda será enviada a las nuevas autoridades apenas sean posesionadas en el cargo, dijo el dirigente.

Músicos frente a la pandemia

Algunos músicos que prefirieron guardar en reserva su nombre pero que pertenecen a agrupaciones conocidas en La Paz contaron que tuvieron que asociarse para dedicarse a otras actividades como la gastronomía para solventar los gastos de su familia, algunos optaron por la elaboración y entrega de pizzas por delivery.

Jhonatan Q. integrante de una empresa de sonido dijo que al momento trabaja como taxista debido a la suspensión de actividades musicales, señaló que al igual que él, muchos se dedicaron a ese rubro por ser el más accesible, aunque no muy rentable por la excesiva competencia.

Un DJ que trabaja bajo el pseudónimo de Luiggi que también participó de la marcha, contó que junto a su pareja tuvieron que aprender a elaborar pan para generar recursos para su reducida familia. “Todos comen pan, todos los días buscan ese artículo así que nos hemos prestado para comprar un horno y ahora estamos haciendo pan artesanal”, dijo, espera que las actividades nocturnas vuelvan a la normalidad para hacer lo que le gusta aunque mantendrá la panadería que produce algunas ganancias.

Las personas ligadas al mundo artístico musical piden retornar a la normalidad como lo están haciendo otras actividades, hace algunos días, los organizadores de eventos presentaron en La Paz propuestas para reuniones sociales, tomando en cuenta las medidas de bioseguridad, entre ellas el distanciamiento social, lo que significa que si bien las reuniones sociales son autorizadas, las mismas deberán ser con una capacidad reducida para evitar contagios.