La Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) es la organización que aglutina a féminas dedicadas al trabajo de la construcción, otrora labor exclusiva de varones. La entidad nació en 2014 bajo el impulso de instituciones como Red Hábitat y Conexión (Fondo de Emancipación), que promovieron cursos relacionados con el rubro, destinado a trabajadoras municipales y mujeres independientes.

Una vez adquiridos los conocimientos necesarios, un grupo de 20 mujeres determinó crear el establecimiento con el fin de generar ingresos para sus familias.

Entre ellas se encuentra Sonia Quispe Ventura, quien fue una de las promotoras para el surgimiento del grupo, que fue creciendo constantemente. Hoy en día, Asomuc está compuesta por 134 integrantes femeninas.

La dirigente recordó que desde el 2014 tramitaron una personería jurídica ante la Gobernación de La Paz. Sin embargo, después de tres años y trámites burocráticos lograron conseguir la documentación que les avala como una organización social legalmente establecida.

“Hemos encabezado para conseguir la personería jurídica. El documento nos ha costado mucho, desde el 2015 hasta septiembre de 2017, porque nos ponían un sinfín de trabas. No obstante, lo logramos”, señaló Quispe.

Entre las que figuran dentro de la organización están madres solteras en un porcentaje importante, aunque también hay mujeres casadas, que antes de salir a trabajar en alguna obra preparan todo para que su familia vaya a sus labores cotidianas y al volver a casa tengan algo para comer. En algunos casos, los esposos se suman para agilizar la entrega de obras.

IGUALDAD EN LA REMUNERACIÓN Las afiliadas a la Asomuc tienen el concepto de que el pago por las labores que realizan debe ser igualitario sin ningún tipo de discriminación. Sin embargo, los contratistas y hasta los dueños de las construcciones ofrecen remuneraciones muy por debajo del de los varones, pese a que el trabajo es el mismo y, en muchos casos, mejor, por la dedicación que demuestran las mujeres en cada obra.

TIPOS DE TRABAJO QUE REALIZAN La Asomuc, a diferencia de los trabajadores masculinos, quienes están afiliados a la Confederación Nacional de Trabajadores en Construcción, promueve periódicamente cursos de actualización y capacitación en temas como pintura, plomería, conexiones eléctricas, instalación de cielo falso, obra gruesa y fina, además de cursos relacionados con la seguridad laboral.

RIESGOS La labor de la construcción, según el Ministerio de Trabajo, es una de las actividades en las que los obreros no siempre cumplen con las normas de seguridad convenidas.

Es por eso que se registran con frecuencia accidentes tales como caídas, golpes y hasta descargas eléctricas que, en algunas circunstancias, han provocado decesos.

En el caso de las mujeres del ámbito, muchas de ellas también han sufrido accidentes laborales, aunque en menor cantidad debido a que ellas suelen tomar en cuenta los protocolos de seguridad.

OBSTÁCULOS María Esther Rocha, otra integrante de la organización, relató que comenzó a trabajar en el rubro de la construcción hace ocho años debido a la falta de oportunidades en otras áreas. Señaló que varias de sus compañeras tropezaron con el obstáculo de la desconfianza de los empleadores.

Las distancias también juegan un papel en contra de ellas porque deben trasladarse muchos kilómetros desde sus hogares para llegar a los sitios de las obras.

Otro inconveniente que tienen es dejar a sus niños solos en casa sin el cuidado adecuado.

Por su parte, Quispe detalló que, como institución, la Asomuc también tuvo tropiezos cuando dos de sus dirigentes rompieron las reglas de la organización. La primera, al ingresar a la arena política usando la bandera de las mujeres constructoras. La otra formó una empresa de construcción. Sin embargo, dio la espalda a la organización al no emplear la mano de obra de sus excompañeras, por lo que determinaron alejarla del establecimiento.

El 1 de febrero pasado, la Asomuc  posesionó a su nueva mesa directiva encabezada por Lidia Romero, quien estará a cargo de la organización por el periodo 2020–2022.

Uno de sus objetivos es crear organizaciones regionales en los nueve departamentos, donde también existen mujeres valientes que se dedican al rubro.

Actualmente vienen ejecutando labores de obra fina en proyectos de vivienda social del Gobierno en la zona Pucachaca, ubicada en una de las laderas del macrodistrito San Antonio.