El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, negó ayer que el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) haya aceptado, en 2009, un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) sin pedir autorización a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), como había denunciado en las últimas horas José Gabriel Espinoza, analista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB) del gobierno de Jeanine Áñez.

Espinoza dijo en una entrevista que el presunto crédito fue por $us 255.9 millones y que su ingreso y registro no necesitó de la autorización de la Asamblea, una vez modificada la Constitución, a diferencia de un préstamo no recibido y devuelto en 2020, durante el Gobierno de Áñez.

El titular de Economía y Finanzas Públicas explicó, citado por Oxígeno, que Espinoza confundió la operación efectuada, puesto que no fue un préstamo y se trató de una capitalización que hizo el FMI para el caso de los denominados “Derechos Especiales de Giro” (DEG) de Bolivia, que es un activo de reserva internacional, que no requería la autorización de la ALP.

“En el fondo, es una operación que aumenta los activos del país y que no es similar en ningún caso a la operación de 2020, que es un préstamo con plazo y tasa de interés por lo que esto va al pasivo y es totalmente diferente”, explicó.