Son bolivianos que viven al día en España y que emigraron al viejo continente con el objetivo de un mejor mañana. No les sobran recursos ni son empresarios con alto nivel adquisitivo. Sin embargo, se dan a la tarea de ayudar a los compatriotas que viven en ese país mediante la ayuda mancomunada.

La tarijeña Delia Farfán Rivera es la creadora del grupo Corazones Solidarios, mismo que funciona desde España y que tiene el objetivo de darle una mano a aquellos connacionales que no la estén pasando bien o experimenten necesidades durante la crisis sanitaria que azota a Bolivia por el nuevo coronavirus.

La agrupación, que está integrada por alrededor de 30 migrantes dispersos en ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao, va creciendo y pide a todos sumarse a la iniciativa, mediante la donación de aportes mínimos. Incluso, es posible colaborar con un euro.

Y todo es promovido desde los sentimientos. Si bien Corazones Solidarios funciona desde 2019, los trabajos se impulsaron desde el confinamiento que sufre también España. Los bolivianos comenzaron alimentando la toma de conciencia mediante videos, pero vieron que ello no era suficiente. Entonces crearon la cruzada “Pan para Bolivia”.  

“Nos unimos con Espartanas de Barcelona y dijimos: ‘vamos a hacer videos para nuestra gente, explicándoles que se tenían que quedar en casa’. Y luego nos cuestionamos más, pues lo nuestro es ayudar. Una de las chicas comentó que conoció a Edmundo, de Santa Cruz, un señor que estaba pidiendo  ayuda. Ahí dije: ‘realicemos el proyecto del pan y regalémosle harina. Empezamos a pedir un euro al que podía dar. Igual, la gente se quedó sin trabajo por esta situación, pero, a pesar de ello, hemos logrado conseguir dinero y se lo enviamos. Hizo más de 300 bizcochos. Ha regalado a los niños”.

La forma en que se produce la ayuda es la siguiente: las personas que tengan necesidades, deben comunicarse con Delia al teléfono +34632825333 (por WhatsApp). Allí, ella pide documentación y videos que certifiquen que el individuo realmente pasa carencias. Una vez que el grupo Corazones Solidarios aprueba el caso, todos se ponen en acción. 

“Tengo a mi hermana en Santa Cruz. Ella se comunica con ellos. Verifica que la colaboración llegue correctamente. Los que requieran ayuda, me mandan documentación, la revisamos aquí y cuando vemos que está completa, decimos que aquí tenemos un trabajo”.

Próximamente, el equipo se ampliará con bolivianos de Málaga, Andalucía y Castilla-La Mancha. “El objetivo es ayudar. Nos mueve el corazón. Sabemos lo que es luchar día a día”, confesó Delia.