Cientos de personas que viven en el Valle Alto y Bajo de Cochabamba se trasladaron hasta sus recintos electorales, aunque ello significara caminar por varios kilómetros. En el sector del Valle Bajo, la carretera fue tomada por los ciudadanos que se transportaron a pie, en bicicleta y hasta en sillas de ruedas ayudados por familiares.

En el camino, varias personas cansadas por el abrazador sol pedían un aventón a los carros que circulaban por la zona. En la salida de las unidades educativas,  el comercio giraba en torno a la comida que ofrecía variedad de platillos al alcance de todo bolsillo.

En los municipios de Arbieto y Tolata, la presencia de los adultos mayores que acudieron a votar fue destacable ya que en algunos casos, debieron caminar largos trechos y varios lo hacían en pareja.

En el Valle Alto, en Quillacollo, los comerciantes cerraron varias calles para la exhibición y venta de sus productos. En los hospitales no se habilitó un ánfora como se acostumbraba enaños anteriores. En los asilos, los adultos mayores fueron llevados a sus recintos en taxis. La votación en las diferentes cárceles se desarrolló con normalidad, aunque no se permitió el ingreso de la prensa. En Sacaba, la población se reunió en torno a la plaza principal para disfrutar la jornada de las elecciones nacionales.