El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, nombró ayer ministro del Petróleo a su vicepresidente económico, Tareck El Aissami, acusado de narcotráfico por Estados Unidos (EEUU) y que por su captura ofrecen 10 millones de dólares. 

La decisión de Maduro fue pública a través de la Gaceta Oficial de Venezuela que encomienda a El Aissami la reestructuración y reorganización del Ministerio del Petróleo para “adoptar las medidas necesarias que garantice la seguridad energética” del país y “proteger la industria ante la agresión multiforme externa e interna”.

El Gobierno de Estados Unidos impuso en 2017 sanciones a El Aissami, al que acusó de “desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos” y fue nombrado, el pasado 26 de marzo, en la lista de los 15 dirigentes venezolanos, incluido Maduro, a los que implican en narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo.

Maduro, en la gaceta, también nombra como presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y de su junto directiva a Asdrúbal Chávez, primo del fallecido presidente Hugo Chávez y que ya fue responsable de Citgo, filial de la compañía en EEUU. También fue ministro del Petróleo entre 2014 y 2016.

Manuel Quevedo era hasta ayer el responsable del Ministerio como de la Presidencia de PDVSA.

Finalmente, el mandatario venezolano eliminó el Viceministerio de Refinación y Petroquímica, cuyas competencias quedaron transferidas a otras carteras.

RENOVACIÓN El Gobierno venezolano renovó, desde marzo pasado, la cúpula de la petrolera, que había sido declarada en emergencia a mediados de febrero, al renovar a cuatro vicepresidentes. Entonces mantuvo a Quevedo como su presidente.

En esa ocasión, se renovaron los vicepresidentes de Exploración y Producción, de Refinación, de Comercio y Suministro, y Finanzas. Germán Márquez Gil fue nombrado como presidente encargado de la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP), una de las filiales de PDVSA.