La lucha contra el contrabando en las fronteras de Bolivia, principalmente con Perú y Chile, sumó 1.215 operaciones; además, durante el primer trimestre de este año fueron decomisados 200 vehículos y se incineraron 40.

El director General de Lucha contra el Contrabando, Vladimir Orellana, informó que se reforzó el control a lo largo y ancho de las líneas limítrofes, en más de 7.171 kilómetros en el territorio nacional y más de mil kilómetros entre Chile y Perú.

Orellana enfatizó que el trabajo no es sencillo. “Utilizan hasta cachorros de dinamita. La pelea no es con personas, es con estructuras bien armadas (…). Ha habido rearticulación de las organizaciones de este ilícito que daña este país”.

Describió que en 2020, los vehículos destinados a la lucha contra el contrabando fueron derivados a otras zonas. Orellana aseguró que se usaron “para la persecución a las organizaciones sociales”.

Durante los operativos se incineraron 40 vehículos, se decomisaron 200, pero, además, se iniciaron procesos legales a más de 10 personas dedicadas al contrabando y a la actividad ilícita. “Hay atentados contra la vida de funcionarios de las Fuerzas Armadas y civiles”.

La autoridad informó que los contrabandistas dañaron nueve puestos militares, 12 vehículos.

Sin embargo, se incrementó el personal hasta en un 50% en las fronteras, en comparación con el pasado año.

PISIGA

El Viceministro manifestó que uno de los sectores con mayores inconvenientes es Pisiga. Recordó que en 2019 se habían hecho zanjas en algunos sectores para detener el contrabando, pero que luego fueron tapadas y son utilizadas como paso para el denominado contrabando hormiga.

Respecto a la incineración de los vehículos, Orellana dijo que, de acuerdo con la normativa vigente, tienen la atribución para la incineración ante situaciones de riesgo, como el hostigamiento en zonas donde pretenden recuperar la mercadería y los vehículos decomisados.