Era la madrugada del 12 de septiembre de 2011 cuando desde la ciudad de El Alto descendía por la avenida Naciones Unidas, más conocida como “el camino viejo”, un automóvil con cinco personas a bordo. Todo iba bien hasta que presumiblemente se presentó una falla mecánica que hizo que el motorizado pierda el control y caiga varios metros y quede atrapado entre las grietas del cerro conocido como Utapulpera.

Tres de los ocupantes perdieron la vida en el acto por el fuerte impacto del motorizado, dos resultaron heridas. El hecho se suscitó al promediar las 04:00 cuando la oscuridad de la noche todavía reinaba. Algunos vecinos del barrio Wacataki, cercano al lugar del hecho, recuerdan que esa madrugada escucharon gritos de auxilio, pero por la oscuridad no acudieron al sitio, un par de horas más tarde observaron a grupos de bomberos haciendo un difícil trabajo de rescate.

Desde aquella ocasión, el vehículo quedó incrustado entre las grietas y transcurrieron más de nueve años y las lluvias de los pasados días provocaron que lo que quedaba del coche sea arrastrado metros más abajo por el agua y lodo, ante el temor de que afecte a las viviendas que existen más abajo los vecinos llamaron a las autoridades municipales.

El personal de la sub alcaldía Max Paredes acudió el pasado martes hasta el lugar junto a equipo pesado para remover los restos del automóvil y trasladarlo a un depósito de chatarras, sin embargo, una persona llegó al lugar para reclamar por el vehículo, manifestó a los funcionarios municipales que el mismo era de su propiedad.

Ante este hecho, los servidores municipales determinaron reubicar los restos del automóvil a un lugar cercano de donde sucedió el siniestro hasta que la persona que dice ser la propietaria respalde su versión con documentación, pese a que solo quedan restos inutilizables del vehículo.

Por más de nueve años el automóvil incrustado en las grietas del cerro Utapulpera se había convertido en un atractivo visual de los usuarios del transporte por cable Mi Teleférico, sin embargo, las precipitaciones pluviales provocaron que los bloques que aprisionaban al coche cedan ocasionando que la carrocería se deslice metros más abajo.

El personal de la Subalcaldía Max Paredes espera que la persona que asegura ser dueña del vehículo presente los documentos de respaldo, en caso de no hacerlo, lo que queda de ese automóvil será trasladado a un deposito de chatarras dijo a Opinión el sub alcalde Juan Carlos Sandoval.