Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:37

Karla: "Empecé vendiendo joyitas; más allá de hacerme viral, quería dar un mensaje a todos"

La periodista cruceña, de 25 años, se mostró muy orgullosa comercializando sandwichs en la calle. En las redes sociales compartió su experiencia y fue felicitada por los usuarios debido a su perseverancia. Todo comenzó por el deseo de ayudar a su hermana, de 20, pues se había quedado sin celular. 
Karla Villarroel, en su faceta como periodista y vendedora de comida. Facebook Karla Villarroel
Karla Villarroel, en su faceta como periodista y vendedora de comida. Facebook Karla Villarroel
Karla: "Empecé vendiendo joyitas; más allá de hacerme viral, quería dar un mensaje a todos"

Su intención no era "hacerse viral" en las redes sociales, mucho menos en los medios de comunicación, que ella muy bien conoce. Karla Villarroel, la periodista cruceña de la que todos hablan por su sencillez, su ánimo emprendedor y perseverancia, ha dejado una lección importante: que el trabajo siempre dignifica.

Un post fue el inicio de la noticia. En su cuenta personal, la comunicadora de Cadena A contó la experiencia que tuvo con una conocida, que enterada de su labor paralela vendiendo sandwichs y empanadas en la vía pública, la criticó y le preguntó si no tenía "vergüenza".

"Ella me dijo, de manera burlesca: '¿Qué pasó, Karla, el periodismo no te da plata, tan bajo has llegado? ¿No te da vergüenza?'. Simplemente me reí y le dije la frase que está al principio de este texto (no me da vergüenza, sin miedo al éxito)", escribió Karla, sintetizando un poco de la anécdota personal.

De inmediato, las palabras de aliento y felicitaciones para con ella tomaron mayor dimensión. La imagen de ella comercializando los alimentos entre la muchedumbre fue otro de los elementos que sumó.

Más tarde, Karla, de 25 años, relató que su propósito no era volverse viral en las redes, sino dejar un mensaje para todos sus amigos del Facebook: se puede.

En realidad, ella comenzó vendiendo bijutería para el Día de la Madre. Le fue bien, pues su capacidad emprendedora la ayuda mucho para ofrecer sus productos sin timidez y con simpatía. Recientemente, su hermana, de 20, tuvo que salir a comercializar empanadas para comprarse un celular, dado que el anterior se le había arruinado. Karla quiso acompañarla en la travesía y decidió vender sandwichs de pollo y carne.

Entonces, le comentó a su hermana que una buena estrategía sería ofrecer la comida en los puntos de vacunación. Ello describió en entrevista con El Deber Radio. "Nos quedamos hasta las 2:00 preparando las empanadas y sandwichs. Dormimos dos horas, nos levantamos a las 4:30. Llegamos, nos instalamos en las mesas, pero no estaba tan buena la venta. Entonces, le dije: iré con una charola a vender en las filas. Ella me preguntó si no me daba vergüenza. Yo me alisté en una charola las empanadas y los sandwichs, hicimos refresco de canela y café. Me fue bien".

Su madre Beatriz fue quien le dio el ejemplo. "Mi mamá me enseñó a ser así. Desde chiquita, la veía cómo trabajaba".

Esta no es su primera experiencia como vendedora. Antes ofreció joyas. "El Día de la Madre empecé vendiendo joyitas. Ya, después, pasó lo de mi hermana. Me apenó que no tenga celular. Fue por eso la idea de vender empanadas. No falta la persona malintencionada que se hace la burla".