Luego de que la presidenta Dina Boluarte manifestara ayer que se evaluará restringir el ingreso a Perú al líder masista Evo Morales, en la Cancillería se convocó a una reunión para tratar los constantes discursos que el exmandatario boliviano ha emprendido contra el gobierno peruano.

En la cita participaron el viceministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Higueras; el director para Asuntos Multilaterales y Globales, Paul Duclós; y el director general de América, Carlos Chocano, de acuerdo a fuentes consultadas por Perú21.

La propuesta más sólida sobre la mesa es la de declarar persona non grata a Morales y prohibirle su ingreso al Perú. Pero se analizan las consecuencias que ello podría traer, sobre todo por el precedente que se podría sentar.

El último 18 de diciembre, el expresidente justificó las violentas protestas registradas tras el golpe de Estado perpetrado por Pedro Castillo y se refirió a ellas como parte de una “insurrección del pueblo peruano” que se resuelve “con la refundación del país”.

“Lo que está viviendo el Perú no es una simple reivindicación, cierre del Congreso, nuevas elecciones, no; esta es una insurrección del pueblo peruano contra ese Estado colonial”, expresó en el Día de la Revolución Democrática y Cultural en Bolivia.

Si bien Boluarte podría ganar respaldo en el Congreso declarando persona no grata al exjefe de Estado, esa decisión podría despertar rechazo en Puno, donde el exgobernante ha demostrado tener seguidores y donde incluso fue condecorado en noviembre de 2022.

De hecho, algunos movimientos puneños respaldan que su región se integre a Runasur, el proyecto geopolítico que impulsa Morales en Sudamérica.

Lo otro que está bajo análisis en el Ejecutivo es si esos pronunciamientos son una intromisión política considerando que este ya no es autoridad en el país altiplánico.

No obstante, el expresidente de Bolivia ha expresado sus intenciones para que el Perú sea parte de Runasur y conforme un grupo contra el “colonialismo e imperialismo”.