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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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García Linera y Murillo reaparecen para atacarse en las redes sociales

Polemizaron en torno a la presunta investigación que habría realizaron el gobierno de Jeanine Áñez a la hija del expresidente.

El exvicepresidente Álvaro García Linera y el exministro de Gobierno, Arturo Murillo. ARCHIVO
El exvicepresidente Álvaro García Linera y el exministro de Gobierno, Arturo Murillo. ARCHIVO
García Linera y Murillo reaparecen para atacarse en las redes sociales

El exvicepresidente Álvaro García Linera y el exministro Arturo Murillo protagonizaron ayer una polémica en redes sociales, respecto a la presunta investigación que habría realizado el gobierno transitorio en la que se incluye a la hija del segundo hombre fuerte de la gestión del expresidente Evo Morales.

En Facebook, García Linera comentó una publicación de prensa, en la cual se revela que el gobierno transitorio había pedido datos al Servicio General de Identificación Personal (Segip) sobre la hija de García Linera, en el marco de sus investigaciones. Días antes, desde el Gobierno denunciaron que en la gestión de Áñez había una estrategia de investigación y persecución contra 592 personas, vulnerando su privacidad.

El exvicepresidente calificó aquello como “métodos nazi-fascistas de Áñez y Murillo”. 

Señaló que para el gobierno transitorio “hasta una niña de tres años era considerada una sediciosa y peligrosa comunista”.

“Lo terrible es que Carlos  Mesa, "Tuto" Quiroga, W. Albarracín, Página 7 y centenares de golpistas de apellidos ‘notables’ hayan defendido, protegido, justificado y alentado esta barbarie”, agregó.

En respuesta, el exministro Murillo acusó a García Linera de ser “cobarde y odiador”. 

Sostuvo que jamás se investigó a la niña y que ella “no tiene culpa del monstruo de padre que tiene”. 

Aseveró también que los hijos del exmandatario fueron escoltados hasta dejar Bolivia.

Murillo, en su cuenta de Twitter, agregó que mientras García Linera y Morales “escapaban aterrorizados”, sus familias jamás fueron su prioridad, mientras que a la suya “quisieron asesinarla”.

Durante los conflictos de 2019, la familia de Murillo fue rescatada por la Policía de su hotel en el Trópico de Cochabamba, cuando pobladores procedieron a quemar esas instalaciones.