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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

Familia humana de Antonio reclama que autoridades exigen habilitar espacio "cerrado"

"Eso es encarcelarlo. Él era libre", exclamó el dueño del zorro, quien contó, en una entrevista, que no están de acuerdo. Aparentemente, una de las condiciones para que regrese a casa es que el hogar cuente con un sitio de 500 metros cuadrados. 
Familia humana de Antonio reclama que autoridades exigen habilitar espacio "cerrado"

Uno de los integrantes de la familia que crió al zorro andino Antonio señaló que una de las condiciones que solicitaron las autoridades para que la tenencia del animal sea posible fue habilitar un espacio propio y cerrado de, al menos, 500 metros cuadrados, además de una reja de 7 metros de altura. Esto, a fin de que no entre en contacto "con nadie", de acuerdo con lo descrito en una nota con Unitel.

“Eso es encarcelar a Antonio. Él era libre”, aseveró el dueño y señaló que tampoco tiene las condiciones para cumplir tales requisitos, considerando las dimensiones grandes del espacio.

Además, de acuerdo con esa persona, que adoptó al zorro cuando este era un cachorro, le exigieron que se deshaga del resto de los animales de la casa. “Eso tampoco es posible porque queremos a nuestros animalitos como queremos a Antonio”, afirmó.

En ese sentido, pidió a los abogados de Antonio tomar cartas en el asunto para evitar que se mantengan esas condiciones. Hace pocos días, el alcalde de Oruro, Saúl Aguilar, informó que el animal podrá regresar a vivir con su familia humana.

El caso del zorro Antonio se viralizó a través de las redes sociales. El animal fue criado por una familia orureña como animal doméstico, pero hace unos días fue “rescatado” por Centro Municipal de Zoonosis Oruro (Cemzoor), que lo llevó al zoológico de esa ciudad.

Tras el hecho, defensores de animales iniciaron una campaña para que sea devuelto a la familia que lo crió desde que era un cachorro, ya que temen que no pueda sobrevivir en el zoológico, dado que está acostumbrado a estar, prácticamente, como un animal doméstico.