Mañana se cumplirán dos años del alejamiento de Evo Morales del poder. El 10 de noviembre de 2019, el hombre que lidera el Movimiento Al Socialismo (MAS) renunció a la Presidencia de la nación, al calor de los conflictos electorales y el paro cívico nacional, como reacción a presuntas irregularidades en los comicios generales que entonces denunció la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

A dos años de aquella fecha, Morales recordó que nadie le ofreció "disculpas" por lo sucedido en 2019. Es decir, cuando presentó su renuncia. También rememoró que se vio "obligado" a dar un paso al costado para "evitar" que hubiera muertos "por bala".

"Dije: 'en mi gestión no puede haber muerto'. Hasta ese momento, lamentablemente hubo, no por bala, sino que se enfrentaron en Montero (…). Disculpas, nadie me pidió (por salida del gobierno). Sin embargo, el resultado, con más del 55%, es la mejor prueba de que ganamos las elecciones".

Morales escarbó entre sus recuerdos en una entrevista que le concedió al periodista uruguayo Víctor Hugo Morales, en el canal argentino C5N, ocasión, en que también aseguró: "Cuando los humildes ganamos elecciones, para la derecha eso es dictadura y tiranía". 

"Me acuerdo. El domingo 10 de noviembre un compañero dijo: 'si queremos a nuestro proceso de cambio, hay que salvar la vida de Evo'. Eso me hizo pensar, ¿cómo era salvar la vida? era renunciando, porque ya sin Policía ni Fuerzas Armadas (no se puede)".

Recordó que "al día siguiente", la Central Obrera Boliviana (COB) llamó a una "gran concentración" para recuperar el Palacio Quemado. "Yo dije que mis compañeros podían tomar, pero con la Policía en contra (iba a haber) masacre".

Se declaró "anticapitalista" y aseguró que su "delito" fue nacionalizar los hidrocarburos, entre otras cosas.