Las relaciones entre el expresidente de Bolivia Evo Morales y el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se fueron deteriorando en los últimos cinco años y se vieron envueltas en polémica.

En 10 historias, durante este tiempo, hay afectos, enemistades y política entre ambos. 

Este año, la tensión fue mayor y llegó hasta las advertencias de cada uno para acudir a instancias internacionales y defender su posición frente a los conflictos postelectorales de 2019. Morales argumentó que su renuncia fue a raíz de un golpe de Estado promovido por Almagro a quien acusa de delitos de lesa humanidad mientras que el Secretario General defendió el informe que hace referencia a “manipulación dolosa” en las elecciones generales y considera que eso desató la violencia.

Fue una oleada de intervenciones que trascendieron fronteras y pasaron de un recibimiento con regalos a fuertes acusaciones. 

En muchas ocasiones hicieron uso de sus redes sociales para lanzar mensajes.

La bipolaridad fue una característica que le atribuyeron al uruguayo que dirige la OEA desde 2015. Y es que comenzó su trayectoria política militando en un partido de derecha y luego se sumó a un movimiento izquierdista, del que fue expulsado.

1. La primera medida de Almagro que generó un impasse en Bolivia fue por el envío de un observador a una audiencia cautelar de Samuel Doria Medina, que fue Ministro de Planeamiento en 1992, acusado por contratos lesivos al Estado, conducta antieconómica y otros por el caso Focas (Formación de Capital en Áreas Secundarias) que era un sistema de préstamos de EEUU a Bolivia que luego condonó a cambio de que se conforme una fundación privada.

2. Poco después, en 2017, la OEA nombró al expresidente Jorge Tuto Quiroga como jefe de misión electoral en Honduras.

Morales dijo por medio de su cuenta de Twitter que Almagro y Quiroga “son una vergüenza para el continente”, porque no se pronuncian “tras conocerse las contundentes pruebas de fraude electoral en Honduras que entregó Salvador Nasralla (el candidato de izquierda) a los observadores de la OEA”.

3. Ese mismo, año, Morales, desde Cuba, donde se sometió a una cirugía de laringe, criticó duramente a Almagro. Aunque no podía hablar, escribió preguntando si habrá Carta Democrática para Paraguay, aludiendo a la crisis política y violentas protestas en ese país contra una iniciativa para habilitar la reelección presidencial, prohibida por la Constitución nacional. 

Las discrepancias continuaron, esta vez por la postura hacia Cuba, otro de los aliados de Bolivia. En esa oportunidad, Morales llamó a Almagro servil al imperio norteamericano y agente del golpismo de Trump (expresidente de EEUU).

4. El expresidente de Bolivia también hacía referencia tácita a la insistencia de Almagro en que se active la Carta Democrática Interamericana para presionar al Gobierno venezolano para rendir cuentas por los atentados contra la institucionalidad democrática y los derechos humanos en la gestión de Nicolás Maduro. 

El mismo año, 2017, el exmandatario boliviano señaló que Almagro usa la secretaria general de la OEA para expandir la campaña golpista contra Venezuela y Nicaragua.

"Almagro es una amenaza para la paz de los pueblos", sentenció al asegurar que la OEA fomenta la división y el odio entre los países.

Dijo también que “por democracia” hay que dotarle un psiquiatra.

5. El mayor desencuentro fue el mismo año, cuando el Secretario General de la OEA se pronunció a favor del 21F.

“@evoespueblo deberá respetar decisión popular que dijo NO a reelección. Ningún juez puede levantar el dictamen del único soberano: el pueblo”, escribió Almagro, en referencia a los resultados del referendo del 21 de febrero de 2016.

En 2018, también cuestionó la decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia de autorizar a Morales a buscar un cuarto mandato tras haber perdido el referéndum por la reelección.

6. El mismo año y después de reprobar una nueva elección de Morales, el entonces canciller Fernando Huanacuni y el ministro de Justicia, Héctor Arce,  se reunieron  con Almagro en Washington (EEUU) y hablaron sobre “los logros sociales” del Gobierno, entre otros detalles. El encuentro, que fue parte de la 48 sesión ordinaria, se destacó por la invitación a los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a que desarrollen una sesión en Bolivia.

7. En 2018 también, luego de una reunión en Washington (EEUU), Almagro calificó a Morales como una "adalid" de la equidad social. Del encuentro en el marco del 73º periodo de Sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas también participaron los ministros Diego Pary y Héctor Arce, además de la vicecanciller Carmen Almendras.

Según una nota de prensa de la Cancillería de Bolivia, Almagro destacó la estabilidad política, económica y social en Bolivia.

Dijo también que en la reunión se abordó diversos temas del continente, pero también se hizo un repaso sobre esos resultados específicos que ha tenido en su gestión presidencial.

8. Un año después, en mayo 2019, el uruguayo avaló la candidatura del presidente indígena desatando la ira de la oposición boliviana.

El espaldarazo a la aspiración a la reelección del líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) con base en un argumento ya empleado en América Latina supuso una traición para los partidos opositores.

"Sería absolutamente discriminatorio", fue la frase de entonces que llevó a la polémica.

Almagro, según EFE, había llegado a la sede del Gobierno para firmar un acuerdo que facilite la labor de observadores de la OEA en los comicios del 20 de octubre. En la oportunidad se ofreció “máximas garantías de independencia" al equipo de observadores para unas elecciones "transparentes, creíbles".

"Bienvenido hermano", fueron las palabras con las que Morales agradeció este apoyo y aseguró que la misión de la OEA ayudará a “transparentar" las elecciones.

"Almagro, vendido, traidor", fue el mensaje que recibió en pancartas de protesta el jefe de la OEA a las puertas del hotel en que iba a reunirse con opositores. Algunos optaron por levantarse de la reunión, con un gran enfado hacia quien esperaban que apoyara sus reclamos ante la CIDH.

En ese entonces también visitó el Trópico de Cochabamba para participar de una concentración del MAS y recibió un cuadro hecho con hoja de coca y guirnaldas.

9. En la elección del 20 de octubre de 2019, la misión enviada por la OEA dio la voz de alarma por el corte del sistema de difusión de resultados preliminares (TREP) por lo que Almagro solicitó una auditoría que concluyó que hubo acciones dolosas y tras este hecho, el 10 de noviembre de 2019, Morales renunció a la presidencia del país. Se desató la violencia y un año después, en 2020, tras el triunfo de Luis Arce, del MAS, acusaron al Organismo de ser partícipe de lo que consideran un golpe.

10. Almagro llevó el conflicto de 2019 a la sesión de la Asamblea Permanente de esta semana y generó roces con el embajador de Bolivia Héctor Arce. 

El pedido de un minuto de silencio por las víctimas de las “masacres” de Senkata y Sacaba fue calificado como una “impostura y cinismo”. Surgen pedidos de justicia e investigación imparcial.

Arce respondió descalificando el trabajo de la misión del organismo y culpándole por los hechos de violencia que derivaron en la muerte de 37 personas mientras que Almagro pidió justicia por las “masacres” que hubo en Bolivia, no solo recientemente, y también por la corrupción del gobierno transitorio de Jeanine Áñez y el anterior.

Desde el MAS advierten que corresponde enjuiciarlo por crímenes de lesa humanidad mientras que el Secretario General manifestó su intención de poner ese informe de las elecciones en manos de la Corte Penal Internacional para que se averigüe la verdad de los hechos.