Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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LUEGO DE DOS MESES DE UN INCIDENTE EN LA PAZ

España y Bolivia encauzan su relación en relevo presidencial

La ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Karen Longaric, se reunió con su par de España, Arancha González Laya, en Uruguay.
España y Bolivia encauzan su relación en relevo presidencial

El relevo presidencial en Uruguay propició ayer que España y Bolivia hayan sentado las bases para normalizar sus relaciones diplomáticas mediante el diseño de una hoja de ruta que permita dejar atrás la tensión que atraviesan desde el pasado mes de diciembre.

Los actos de toma de posesión de Luis Lacalle Pou como presidente uruguayo contaron con la presencia de varios jefes de Estado iberoamericanos, y la delegación española estuvo encabezada por el rey Felipe VI.

La ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Karen Longaric, se reunió con su par de España, Arancha González Laya. Ambas autoridades determinaron gestionar la normalización de las relaciones entre sus países, después de que se registró en diciembre pasado un incidente entre diplomáticos españoles y la Policía boliviana, en la residencia de la embajadora de México en La Paz.

Los pasos de esa hoja de ruta se irán concretando en próximos contactos entre España y Bolivia.

La propia titular de Exteriores española, en su cuenta de Twitter, publicó una foto de su encuentro con su homóloga boliviana junto a las banderas de los dos países y con un texto en el que certificaba ese acuerdo para normalizar la relación bilateral.

Por su parte, Longaric dijo que la reunión fue “muy bien, muy cordial, muy amable” y en ella se habló de la necesidad de encauzar las relaciones en todos los ámbitos, tanto consulares como de cooperación y amistad.

Unas relaciones que subrayó que son muy relevantes para el pueblo boliviano porque “España es históricamente muy importante para Bolivia”.

La crisis entre España y Bolivia se originó el pasado 27 de diciembre, cuando la canciller Longaric denunció que diplomáticos españoles en La Paz fueron a la residencia de la embajadora de México, María Teresa Mercado, acompañados de personas “encapuchadas” que intentaban entrar de forma “clandestina”, y consideró que se trataba de un “atropello” a la soberanía de su país.

Bolivia interpretó que la intención era facilitar la salida de los asilados que allí se encontraban, una decena de exautoridades del Gobierno del expresidente Evo Morales, incluidos algunos exministros acusados por el Gobierno interino de Jeanine Áñez de delitos como terrorismo.

El Ejecutivo español lo negó y aclaró que esa visita de los diplomáticos fue “de cortesía”. A continuación, Bolivia declaró personas non gratas a la embajadora de México, a la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero, y al cónsul español, Álvaro Fernández, por ese incidente y les dio 72 horas para salir del país.

En respuesta a esa decisión, el Gobierno español declaró también personas non gratas a tres diplomáticos bolivianos.