Cada 20 de abril se recuerda el Día Mundial del Cannabis, sustancia que es ilegal en territorio boliviano, aunque se han registrado casos de uso exclusivo como forma medicinal y surgieron relatos de familias que usaron el aceite de la planta para aliviar trastornos por enfermedades, especialmente, episodios de epilepsia.

Hasta la fecha, solo existió un caso de uso autorizado de esta sustancia en una pequeña que padecía parálisis cerebral en Bolivia.

En noviembre del año pasado, se dio a conocer que la Agencia Estatal de Medicamentos (Agemed), dependiente del Ministerio de Salud y Deportes, autorizó la utilización del aceite de manera “excepcional y exclusiva” por el tiempo de tres meses para una menor.

“Autorizar a la señora Katherine NN la importación de: tres frascos de aceite interno Cannamedicol (extracto de Canabis sativa), gotas orales— frascos x25 ml. La señora Katherine, madre y representante legal deberá cumplir con el compromiso asumido que establece el empleo del producto exclusivamente  para uso compasivo para el tratamiento médico de la menor, bajo la supervisión del médico tratante en el Estado Plurinacional de Bolivia”, señalaba la Resolución Administrativa L/446 emitida por la Agemed.

De la misma forma, OPINIÓN obtuvo testimonios de tres familias, mismas que en su interior albergaban a miembros (sobre todo, menores de edad) con enfermedades como la epilepsia crónica o refractaria. De acuerdo con los relatos, encontraron en el cannabis un alivio a sus dolencias.

Tras un paso por cócteles de fármacos con precios elevados, tratamientos desgastantes que no se tradujeron en mejoras, peor aún, devinieron en daños en otros órganos y la nueva necesidad de incluir más medicamentos, esas familias bolivianas decidieron optar por “consejos” e investigar sobre las propiedades medicinales de esta sustancia.

TESTIMONIOS

Rafael, papá de Jazmín (nombres cambiados por respeto a las familias entrevistadas), contaba que a la pequeña le diagnosticaron síndrome de West cuando solo tenía 6 meses. Ellos viven en Cochabamba. Él se asume como “pionero” en la investigación y administración del aceite en Bolivia.

Los primeros años fueron duros para la familia, pues los especialistas no podían dar con el tratamiento. Visitó distintos médicos y ninguno acertaba ante las convulsiones. De dicho cuadro, la niña pasó a tener epilepsia crónica, según narraba Rafael. Tomaba hasta siete anticonvulsivos que, a la postre, le hicieron daño a otros órganos. Viajó a México, donde los médicos le recomendaron el cannabis.

Luego, en Estados Unidos, lo consiguió mediante un familiar.

“Comencé con tres gotitas. Acá no tenían ni idea. Empecé a darle y comenzó a mejorar en muchos aspectos.

Asimismo, Jacinto, padre de un niño con epilepsia, se mostró ilusionado tras conocer el caso de la señora Katherine NN y dijo, entonces, que “sienta un precedente” para quienes padecen enfermedades que pueden tratarse con el cannabis.

“Que a las familias que tienen a alguien con epilepsia nos permitan el uso de este medicamento. Estamos viendo la posibilidad de pedir usar el cannabis para el tratamiento de nuestros hijos. Vamos a solicitar que nos permitan importar”, dijo el padre.

Otra familia que investiga las propiedades de la planta es la de Tomás y Marcela, quienes viven en Cochabamba con su hija Teresa, una niña que toma tres medicamentos para controlar su epilepsia refractaria.

Ellos, entrevistados en el pasado por OPINIÓN, advirtieron sentir curiosidad por probar el aceite en su pequeña. Han investigado, del mismo modo que lo hicieron con terapias alternativas.

La familia aún espera una reglamentación oficial debido a que, al incurrir en una posible compra ilegal, no se conoce con exactitud lo que se está consumiendo.

“Nos hubiese gustado (adquirir aceite), pero al no tener la seguridad de lo que compramos, no hemos incursionado aún (…). También sabemos que es una buena alternativa el cannabis, en esta condición”.

DEBATE

Al momento, la única autoridad que ha planteado debatir sobre una legislación respecto al cannabis fue el alcalde de La Paz, Iván Arias, a finales del año pasado.

Agregó que conoce de varios casos que fueron recetados con fármacos a base de "sustancias controladas" y que incluso a su madre le recomendaron "una medicina específica de marihuana".

Las declaraciones de Arias se dieron días después del histórico fallo a favor de Katherine NN y su pequeña, que sufre de parálisis cerebral.

En dicha oportunidad, el alcalde paceño manifestó que "se había abierto la puerta para que La Paz sea la primera ciudad" de Bolivia que autorice el uso del cannabis medicinal y que impulsará esta iniciativa el próximo año, según un boletín del Gobierno Autónomo.