Luego de haber develado una carta en la que se menciona al vicepresidente del Movimiento Al Socialismo (MAS), Gerardo García, por recibir presuntamente “grandes aportes económicos” de un narcotraficante, el diputado Rolando Cuéllar anunció ayer, citado por Brújula Digital, que presentará la próxima semana una segunda carta “mucho más grave” que implica al partido en función de gobierno.

“Vamos a presentar el aval original (primera carta) y la segunda carta es mucho más grave, no saben los bolivianos y lo van a saber a su tiempo”, dijo.

Además, aseveró que su compañero de bancada, Gualberto Arispe, está encubriendo al narcotráfico y le pidió que emita una resolución para que se investigue el presunto vínculo.

Al respecto, el diputado, a través de las redes, desafió públicamente a Cuéllar a presentar pruebas.

“Haré respetar mi honorabilidad, por eso estoy presentando una querella penal por calumnia e injuria”, se lee.

Continúa señalando que presentó una petición de informe escrito a la Fiscalía y al Ministerio de Gobierno para que informe sobre las denuncias y casos aperturados contra Cuéllar y que fueron objeto de rechazo. En los documentos de la denuncia se tienen delitos como violencia intrafamiliar, estafa y amenazas.

Cuéllar, quien según una resolución del MAS fue expulsado con ignominia, llamó “llunku” a su colega Arispe y advirtió que no se podrá detener la escuela de formación de líderes que impulsa el vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, ni las denuncias de corrupción  por presuntos “narcoaportes”. También negó que tenga antecedentes penales.  

El pasado mes, presentó una carta en la cual García, a nombre de Evo Morales, agradece por los “aportes generosos” que realizaba al partido desde las elecciones de 2014 a Miguel Ángel Salazar (identidad falsa en Bolivia) y que el verdadero nombre es José Miguel Farfán, narcotraficante aprehendido y entregado a su país (Argentina).

El vicepresidente del MAS lo denunció penalmente por uso de documentos falsificados.