El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, explicó ayer que la asignación de recursos entregada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Bolivia no se trata de un crédito, sino de una distribución de los Derechos Especiales de Giro (DEG) entre todos los países miembros de esa organización internacional.

“No hay que devolver, no hay ninguna condicionalidad, ni obligatoriedad de seguir algún tipo de política cambiaria, fiscal, contractiva, porque esto ha sido aprobado en una sesión de gobernadores del FMI, totalmente libre”, señaló Montenegro.

El martes, el Banco Central de Bolivia (BCB) informó que el país recibió 326.4 millones de dólares de parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) “con el propósito de mejorar la liquidez a nivel mundial y hacer frente al impacto de la pandemia del COVID-19”. Señaló que recibió el dinero el 23 de agosto. A inicios de 2021, el BCB ya había determinado devolverle al FMI recursos de un crédito gestionado por Jeanine Áñez en 2020 por 327 millones de dólares, bajo el argumento de que el préstamo no fue aprobado por la Asamblea y tampoco era de beneficio para el país.