COVID: el "Perro del infierno" ya circula en Bolivia
La subvariante BQ.1 y su “hermana gemela” BQ.1.1 descendientes de Ómicron, apodada como "Perro del infierno" ya circula dentro del territorio nacional. El dato fue confirmado por el ministro de Salud, Jeyson Auza, este lunes.
El sublinaje del virus COVID-19 ya había sido detallado por el secretario de Salud del municipio de Cochabamba, Aníbal Cruz, quien en una entrevista reciente ha descrito que "el nombre proviene de la mitología griega y hace referencia a Cerbero o el perro de tres cabezas con cola de escorpión y una serpiente can del dios Hades, el cual resguarda las puertas del infierno. El can del infierno podía llegar a tener hasta 50 cabezas. De allí su nombre, pues ha mutado 50 veces más la variante, lo que la hace 50 veces más infecciosa”, informó el galeno.
De acuerdo con el Ministro, la subvariante se detectó en La Paz, este mes, mientras que en octubre fue identificada en octubre.
MÁS TRANSMISIBLE, PERO NO ALARMANTE
La subvariante tiene un mayor nivel de transmisibilidad, pero no representa una alarma, dijo Auza. Sin embargo, precisó que las medidas de bioseguridad contra la COVID-19 deben mantenerse.
De acuerdo con sus aseveraciones, "el paro cívico (en Santa Cruz) impidió que las muestras no lleguen en el tiempo establecido”.
Algunos investigadores apuntan que "El perro del infierno" es hasta un 30% más contagioso que sus predecesoras BA.4 y BA.5 (las dominantes en la actualidad).
SÍNTOMAS
La tos, dolor de garganta, fatiga, malestar general, diarrea, congestión, secreción nasal, dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares, pérdida del olfato o el gusto, sensación de falta de aire y aceleramiento del ritmo cardíaco son los síntomas que la persona con la dolencia puede experimentar.
REPORTE
En relación a la semana epidemiológica 47, el Ministro de Salud informó que se presentó un leve incremento de casos: 531, en total, lo que significa un incremento de 53% con respecto a la semana pasada que fue de 348.
Descartó que Bolivia esté en el ingreso de una sexta ola ya que los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud no muestran esa situación y pidió responsabilidad al momento de emitir criterios políticos y no científicos.