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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Comió frutas, se topó con jaguares y asegura que le ayudaron tribus del monte: el milagro de Jhonatan

Jhonatan Acosta, joven que sobrevivió 31 días en la selva, junto a su hermana Carla. FACEBOOK CARLA ACOSTA
Jhonatan Acosta, joven que sobrevivió 31 días en la selva, junto a su hermana Carla. FACEBOOK CARLA ACOSTA
Comió frutas, se topó con jaguares y asegura que le ayudaron tribus del monte: el milagro de Jhonatan

Fue encontrado con su escopeta en el brazo, flaco y bastante cansado tras estar más de un mes perdido. En sus bolsillos había gargatea, una fruta que lo ayudó a sobrevivir tras extraviarse en una selva en Baures, Beni. Jhonatan Acosta está seguro que Dios no lo abandonó en ningún instante, pues la naturaleza lo ayudó y la búsqueda de sus familiares dio un resultado esperado.

La gran travesía de Jhonatan inició el pasado 25 de enero, cuando ingresó a la selva con cuatro amigos. Sin embargo, el joven se extravió e inició su peligrosa aventura. Se encontró con animales salvajes, tomó agua de lluvia y no descarta que fue ayudado por una tribu que no se dejó ver.  

Su padre, Omar Acosta, relató que los amigos de Jhonatan lo abandonaron porque pensaron que saldría del bosque. “La selva es sumamente fregada, jodida”, mencionó.

La primera noche que Jhonatan pasó en el bosque, se le acabó el encendedor y tenía solamente un cartucho de escopeta.

Ya en la oscuridad, vio grupos de “puercos de tropa” o troperos, que viven en el monte y casi comieron su bota.

'Le disparé' me dice, 'y cuando desperté estaba el chancho muerto, pero no tenía nada ni fuego, no podía comerlo, pero tenía fruta'”, fue el relato de Jhonatan a su padre.

'Parecía que Dios me acompañó tanto'”, le dijo Jhonatan, pues cuando necesitaba agua, las lluvias no tardaban y saciaban su sed.

El joven además sobrevivió con gargatea, una fruta que se produce en el monte. Comía hasta saciarse para contener sus fuerzas.

“Por esta época hay una fruta llamada gargatea, que es como una papaya chiquita silvestre (…) además de motacú, 'me llenaba papá y me aguantaba para dos días' me dijo. Como estaba lloviendo todos los días, esa fue la gran suerte que mi hijo ha tenido. El agua no le faltó”, relató el padre a Panamericana.

Los animales salvajes no faltaron, Jhonatan se encontró incluso con tres jaguares, pero para su buena suerte, los mismos no tenían hambre.

 “He visto bastantes animales que hay en la selva (…) en muchas oportunidades yo fui a cazar y me he encontrado con miles y miles de víboras, pero en esta oportunidad no encontré ninguna, he encontrado jaguares, chanchos de monte, osos hormigueros, caimanes”, relató el mismo Jhonatan, a la emisora.

TRIBUS

El joven está seguro que se encontró con tribus que viven en el monte y que aún no fueron descubiertos. Sus huellas se veían perfectamente luego de llover y estaban muy cerca de donde estaba Jhonatan.

“Yo pienso que ellos no estaban con la intensión de hacerme daño, es más, estaban cuidándome porque un día yo me levanté después de una intensa lluvia. La huella de un jaguar estaba donde yo había dormido a unos cinco o seis metros, podía haberme atacado cuando estaba dormido, pienso que también ha habido un apoyo divino de Dios”, narró.

Él dio fe de la existencia de estas personas en la selva porque aseguró que se sintió observado en varias oportunidades. Además, agregó que el monte en el que se perdió es demasiado grande y que por ello no ha sido investigado del todo.

Mientras eso ocurría, la familia de Jhonatan no se daba por vencida. El padre cuenta que mediante avionetas de la FAB, se lanzaba bolsas con papel fosforescente que contenía agua, galletas y encendedores, sin embargo, ninguna fue encontrada por el extraviado.

Incluso, los hermanos de Jhonatan dejaron sus trabajos para iniciar las tareas de búsqueda y así continuaron hasta encontrarlo.

Jhonatan es creador de contenidos y se encontraba en el sector llamado “lago bolsón de oro”. “Nosotros habíamos hecho un camino de aproximadamente 25 kilómetros, buscando oro y diamantes; en esta segunda ida nosotros habíamos ido con esas intenciones y cazar un animal para nuestra estadía, el tiempo ahí, el tiempo que íbamos a estar de búsqueda”, recordó.

El joven está seguro que no olvidará esta experiencia, esa que lo dejará marcado. No puede dormir y tiene “problema de nervios”, sin embargo, cuenta con felicidad cómo pasó más de un mes perdido.

 “Estamos muy felices por la vida de mi hijo”, agregó su padre. La búsqueda ha dejado algunas deudas en la familia y por ello pide ayuda para recabar los fondos.