La Iglesia Católica, Derechos Humanos, autoridades regionales, activistas, políticos y otros sectores sociales se suman en una sola voz para exigir que se declare desastre nacional en Bolivia por los incendios en la Chiquitanía y así acelerar la ayuda internacional. El Gobierno desestima esa petición.

La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz fue una de las últimas instituciones en pronunciarse para exigir al Gobierno la declaratoria por los incendios, que no cesan desde principios de agosto.

"La APDH demanda atender con carácter de urgencia uno de los mayores desastres ambientales como el incendio forestal en la Chiquitanía, que pone en riesgo la existencia de un bosque único en el mundo", detalla el pronunciamiento.

Sin embargo, mientras van sumando los pedidos para que se haga esta declaratoria, el vicepresidente Álvaro García Linera afirmó en un medio televisivo que "no sirve de nada" asumir esa medida. 

"Ya hemos movilizado todos los recursos del Estado para atender los incendios y tenemos muchos recursos más para movilizar en los siguientes días, semanas y meses, y toda la ayuda internacional posible ya la hemos pedido", dijo.

Mientras el alcalde de Roboré, Iván Quezada, aseguró que los esfuerzos nacionales ya han sido sobrepasados.

"No podemos ver a nuestros campos calcinados. Necesitamos abrirnos, necesitamos pedir ayuda, clamar a todo el mundo porque eso es lo que nos va a liberar de esta situación. Mi pueblo (clama ayuda) y me sumo a ese clamor. Vicepresidente hagamos la declaratoria por todos nuestros niños", aseveró.

Asimismo, el senador opositor, Carlos Pablo Klinsky, sostuvo que "es un pedido clamoroso del pueblo cruceño. El fuego ya está a 15 kilómetros del Parque Noel Kempff y aunque la Gobernación y los bomberos voluntarios están haciendo todo lo posible, se debe declarar desastre nacional".

La Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) también emitió un pronunciamiento en el que del mismo modo pide "al Gobierno Nacional que se declare Estado de Desastre Nacional para permitir la movilización urgente de recursos y ayuda internacional".