El pago del Bono Contra el Hambre, de 1.000 bolivianos, se podrá cobrar en efectivo acudiendo a las ventanillas bancarias o solicitando hacer el depósito a una cuenta unipersonal, según la reglamentación del Decreto Supremo 4392. 

Para cobrar en la entidad financiera, el beneficiario debe presentar su cédula de identidad original o documentos alternativos, según Resolución Administrativa 184 del Segip.

La otra modalidad es  tener una cuenta unipersonal en el sistema financiero si para evitar las filas y posibles aglomeraciones.

El presidente Luis Arce adelantó que el beneficio se cancelará en diciembre de este año, pero será la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo determinará la fecha de inicio del pago.

“Las personas beneficiarias del Bono Contra el Hambre son las y los ciudadanos bolivianos que viven en el país, mayores de 18 años de edad al 16 de septiembre de 2020”, señala la norma.

Este bono es una de las primeras medidas que establece el Gobierno con el propósito de “reactivar la economía en el país”, por la crisis económica que provocó la COVID-19.

 “(El bono) busca reforzar la reconstrucción de la demanda interna del país, esta demanda interna. Si no se reactiva la demanda interna es muy difícil reactivar el aparato productivo, por eso es que se empieza con el reforzamiento de la demanda interna. Para eso, el Bono Contra el Hambre se constituye en uno de los los principales instrumentos”, dijo el Presidente, la semana pasada durante el anuncio para efectivizar el pago de este beneficio.

Las personas que recibirán el bono serán las mujeres que actualmente perciben el Bono Juana Azurduy; aquellas con discapacidad visual que reciben el Bono de Indigencia registradas en el Instituto Boliviano de la Ceguera; las personas con discapacidad grave o muy grave registradas en el Sistema de Información del Programa de Registro Único Nacional de las Personas con Discapacidad.

Además están los beneficiarios del Bono Universal, incluyendo las personas que no recibieron ningún tipo de remuneración salarial del sector público o privado a la fecha de promulgación de la Ley 1330; y los asegurados independientes en el Sistema Integral de Pensiones.

Se exceptúa de la aplicación del parágrafo precedente a las personas que a la fecha de publicación de la Ley 1330, se encuentren asegurados dependientes y consultores que tengan aportes acreditados en su cuenta personal previsional por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), sean del sector público o privado, de acuerdo a reglamentación a ser emitida para el efecto.

También se exceptúa del pago a los derechohabientes de primer y segundo grado que figuran en las planillas para pago de pensiones por muerte de la Seguridad Social de Largo Plazo; y a los beneficiarios del Bono Familia y personas que cobraron el Bono Familia.

Las entidades de intermediación financiera con licencia de funcionamiento otorgada por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), deben pagar el Bono Contra el Hambre como ya sucedió  durante el Gobierno de transición.

El Bono Contra el Hambre estará disponible para su cobro hasta 90 días calendario, posteriores a la fecha del inicio de pago.

BONOS ANTERIORES Los ciudadanos del país tendrán la posibilidad de recibir un cuarto bono en lo que va del año, como una forma de apoyo a las familias “mas necesitadas” del país ante el confinamiento por la COVID-19.

El primer apoyo que se entregó es la Canasta Familiar de 400 bolivianos, que benefició las personas que cobran la Renta Dignidad, pero sin jubilación u otra renta; quienes reciben el Bono Juana Azurduy; y también aquellas personas con discapacidad.

Asimismo, el segundo beneficio económico para los bolivianos fue el Bono Familia de 500 bolivianos para cada estudiante que asiste a pre kinder, kínder, primaria y secundaria tanto en unidades educativas fiscales, de convenio y privadas.

El tercer bono que se entregó fue el Universal de 500 bolivianos para todos los ciudadanos que no reciben ninguno de los dos anteriores bonos y que tampoco reciben ninguna renta del Estado, ni salario público ni privado.

Apoyo

El beneficio tiene el propósito de 

“reemplazar” a un aguinaldo para aquellas personas que no tienen este beneficio laboral.