El pleno de la Cámara de Senadores aprobó este miércoles, en grande y detalle, el Bono Contra el Hambre de Bs 1.000, con el objetivo de ayudar a mitigar los efectos negativos de la paralización de las actividades por la pandemia.

La ley fue pasada a la Cámara de Diputados para su revisión y sanción, antes de que sea remitida al Ejecutivo para su promulgación.

La norma prevé que el bono se pague por única vez a personas mayores de 18 años, que no reciben ningún tipo de ingreso, del sector público y privado.

Se incluye también entre los beneficiarios a mujeres que reciben el Bono Juana Azurduy, personas discapacitadas y quienes recibieron el Bono Universal.

Los recursos para este bono tienen su origen en dos préstamos del Estado con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

La ley fue impulsada por el MAS, pero tuvo el apoyo de los senadores de otros partidos, aunque también observaron que faltó el procedimiento de consultar al Órgano Ejecutivo al involucrar gasto público, y que aún no están aprobados los créditos que financiará el Bono.

La propuesta de Bono Contra el Hambre fue realizada primeramente por el candidato del MAS, Luis Arce, como respuesta al Bono Salud de Bs 500 que planteó Jeanine Añez.